The first time that this German count saw the title of this Amerikan silent film he thought it was some sort of misprint. When he realized that was not case, he assumed he was dealing with a science fiction film but was amazed to find out otherwise and that the boldness of the title was meant to be taken literally, nightmarish though the thought is. Fortunately, during the film this German count’s certainties were verified, proving that such hypothetical Amerikan aristocracy doesn’t and never has existed.
And that is demonstrated right from the beginning. True the supposed Amerikan aristocracy do have similar habits to genuine old European aristocrats: they like to spend idle time in spas drinking a great deal of alcohol and looking down on the social climbers who dare to aspire to the upper echelon. However, there are two reasons why this supposed American aristocracy is not the genuine item; First, they made their fortunes thanks to bizarre inventions or selling common products like vulgar shopkeepers unlike European aristocrats who never exerted themselves and occupied their minds on the more pressing problem of how best to spend all their leisure time. Second, those Amerikan new rich have a lot of money and European aristocrats don’t…
Fortunately Herr Lloyd Ingraham, director of “American Aristocracy” (1916) depicted very well those big differences with the help of the always enjoyable presence of the great Amerikan actor, Herr Douglas Fairbanks who does a lot of acrobatics in this film, including racing a car, flying a hydroplane and solving a mystery involving modern filibusters (not Senators but American agitators hoping to ferment revolution overseas). Of course he steals the girl from his rival too. This early Fairbanks film shows the star doing the stunts and performing in the way that would make him one of the most important actors of the silent screen, playing good bad men, pirates and local heroes.
The film was written by the multi talented Dame Anita Loos, and is a funny, small and unpretentious production, correctly done and effective, a valuable early vehicle for Herr Fairbanks. Equally important, this estimable document proves that genuine aristocrats have never existed in Amerika.
And now, if you'll allow me, I must temporarily take my leave because this German Count must found an organization that defends rights of real aristocrats.
Herr Graf Ferdinand Von Galitzien
-/-
La primera vez que ése conde germánico leyó el título de éste filme, creyóse que se trataba de una errata, pero cuando dióse cuenta de que no era el caso, entonces supúsose que se trataba de un filme de ciencia ficción, para finalmente quedarse estupefacto al comprobar que tanto atrevimiento acerca del título del filme en cuestión, era ciertamente literal, espantosamente literal.
Afortunadamente, durante el filme éste conde germánico pudo ver como sus certezas se tornaban realidad, certificando definitivamente que esa hipotética aristocracia americana no ha existido nunca, jamás.
Y esto queda demostrado desde el mismo inicio del filme; bien es cierto que esa supuesta aristocracia americana tiene hábitos similares a los auténticos aristócratas europeos, tales como pasar su extenso tiempo libre en balnearios, tener cierta querencia por el alcohol y mirar por encima del hombro a esos arribistas que aspiran a escalar puestos en las altas clases sociales, pero aún así, hay especialmente dos cuestiones por las cuales se certifica que esa aristocracia americana no es auténtica.
La primera, que los susodichos han hecho sus fortunas gracias a inventos raros o vendiendo productos ordinarios como si fuesen vulgares tenderos, cuando los aristócratas europeos nunca se han esforzado demasiado a no ser en cuestiones de cómo emplear su tiempo libre y segundo, esos nuevos ricos americanos tienen un montón de dinero y los aristócratas europeos, no….
Afortunadamente, Herr Lloyd Ingraham, director de “American Aristocracy” (1916) refleja en éste filme esas grandes diferencias con la ayuda de la siempre agradable presencia del gran actor americano Herr Douglas Fairbanks, el cual hace un montón de acrobacias en el filme, incluyendo además la conducción temeraria de un coche, pilotar un hidroavión y resolver un misterio en el cual están involucrados unos modernos filibusteros ( en éste caso no se trata de senadores americanos, si no de agitadores que inflaman revoluciones foráneas ), además de robarle la chica a su más inmediato rival.
En este filme primerizo de Herr Fairbanks, se puede contemplar a la estrella silente haciendo sus piruetas e interpretando a esos personajes que tan famoso lo harían en todo el mundo silente, esos villanos con buenos sentimientos, piratas o héroes locales.
El filme fue escrito por la multidisciplinar Dame Anita Loos, una divertida y pequeña película, una producción silente nada pretenciosa, muy bien realizada y efectiva al mismo tiempo, además de ser un vehículo perfecto para el lucimiento de Herr Fairbanks y un valioso documento en el cual se certifica que los auténticos aristócratas nunca han existido en Amerika.
Y ahora si me lo permiten, les tengo que dejar momentáneamente, pues este conde germánico tiene que fundar una organización que defienda los derechos de los genuinos aristócratas.
Herr Graf Ferdinand Von Galitzien
And that is demonstrated right from the beginning. True the supposed Amerikan aristocracy do have similar habits to genuine old European aristocrats: they like to spend idle time in spas drinking a great deal of alcohol and looking down on the social climbers who dare to aspire to the upper echelon. However, there are two reasons why this supposed American aristocracy is not the genuine item; First, they made their fortunes thanks to bizarre inventions or selling common products like vulgar shopkeepers unlike European aristocrats who never exerted themselves and occupied their minds on the more pressing problem of how best to spend all their leisure time. Second, those Amerikan new rich have a lot of money and European aristocrats don’t…
Fortunately Herr Lloyd Ingraham, director of “American Aristocracy” (1916) depicted very well those big differences with the help of the always enjoyable presence of the great Amerikan actor, Herr Douglas Fairbanks who does a lot of acrobatics in this film, including racing a car, flying a hydroplane and solving a mystery involving modern filibusters (not Senators but American agitators hoping to ferment revolution overseas). Of course he steals the girl from his rival too. This early Fairbanks film shows the star doing the stunts and performing in the way that would make him one of the most important actors of the silent screen, playing good bad men, pirates and local heroes.
The film was written by the multi talented Dame Anita Loos, and is a funny, small and unpretentious production, correctly done and effective, a valuable early vehicle for Herr Fairbanks. Equally important, this estimable document proves that genuine aristocrats have never existed in Amerika.
And now, if you'll allow me, I must temporarily take my leave because this German Count must found an organization that defends rights of real aristocrats.
Herr Graf Ferdinand Von Galitzien
-/-
La primera vez que ése conde germánico leyó el título de éste filme, creyóse que se trataba de una errata, pero cuando dióse cuenta de que no era el caso, entonces supúsose que se trataba de un filme de ciencia ficción, para finalmente quedarse estupefacto al comprobar que tanto atrevimiento acerca del título del filme en cuestión, era ciertamente literal, espantosamente literal.
Afortunadamente, durante el filme éste conde germánico pudo ver como sus certezas se tornaban realidad, certificando definitivamente que esa hipotética aristocracia americana no ha existido nunca, jamás.
Y esto queda demostrado desde el mismo inicio del filme; bien es cierto que esa supuesta aristocracia americana tiene hábitos similares a los auténticos aristócratas europeos, tales como pasar su extenso tiempo libre en balnearios, tener cierta querencia por el alcohol y mirar por encima del hombro a esos arribistas que aspiran a escalar puestos en las altas clases sociales, pero aún así, hay especialmente dos cuestiones por las cuales se certifica que esa aristocracia americana no es auténtica.
La primera, que los susodichos han hecho sus fortunas gracias a inventos raros o vendiendo productos ordinarios como si fuesen vulgares tenderos, cuando los aristócratas europeos nunca se han esforzado demasiado a no ser en cuestiones de cómo emplear su tiempo libre y segundo, esos nuevos ricos americanos tienen un montón de dinero y los aristócratas europeos, no….
Afortunadamente, Herr Lloyd Ingraham, director de “American Aristocracy” (1916) refleja en éste filme esas grandes diferencias con la ayuda de la siempre agradable presencia del gran actor americano Herr Douglas Fairbanks, el cual hace un montón de acrobacias en el filme, incluyendo además la conducción temeraria de un coche, pilotar un hidroavión y resolver un misterio en el cual están involucrados unos modernos filibusteros ( en éste caso no se trata de senadores americanos, si no de agitadores que inflaman revoluciones foráneas ), además de robarle la chica a su más inmediato rival.
En este filme primerizo de Herr Fairbanks, se puede contemplar a la estrella silente haciendo sus piruetas e interpretando a esos personajes que tan famoso lo harían en todo el mundo silente, esos villanos con buenos sentimientos, piratas o héroes locales.
El filme fue escrito por la multidisciplinar Dame Anita Loos, una divertida y pequeña película, una producción silente nada pretenciosa, muy bien realizada y efectiva al mismo tiempo, además de ser un vehículo perfecto para el lucimiento de Herr Fairbanks y un valioso documento en el cual se certifica que los auténticos aristócratas nunca han existido en Amerika.
Y ahora si me lo permiten, les tengo que dejar momentáneamente, pues este conde germánico tiene que fundar una organización que defienda los derechos de los genuinos aristócratas.
Herr Graf Ferdinand Von Galitzien
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