Dienstag, Januar 31, 2006

Próximas Veladas Musicales Afrancesadas



Cómo es habitual entre la más rancia aristocracia germánica, gustamos visitar lugares exóticos e inhóspitos de vez en cuando, para así intentar conocer otros usos y costumbres de gente bizarra para luego comentar, a la hora del té y entre pastas y copas de Porto, además de entre mis queridas y gordas herederas germánicas, nuestras asombradas impresiones de dichos viajes entre nuestros selectos invitados.

Es este entonces el principal motivo, ver con monoculados ojos esas costumbres bizarras extranjeras tan poco teutonas, del próximo viaje de éste Conde germánico a una ciudad situada un poco más allá de los límites del Schlöss de éste aristócrata, destacando además que toda la servidumbre de éste Conde en un acto de deferencia a éste que lo es ( desde luego la sumisión de ésta gente es inaudita ), al enterarse que de nuevo les esperan duras jornadas extras de viaje repletas de caprichos aristocráticos, han querido, de forma desinteresada e incluso aportando de sus míseros salarios la cantidad necesaria para hacerlo posible, agradar a su amo con una invitación a una velada musical que, según le ha contado a éste Conde teutón Günthell como portavoz de los mismos y en pose genuflexa, tendrá lugar en esa ciudad provinciana en un Palacio y todo, con un trío francés cómo protagonista musical de dicho evento, una velada musical, en palabras de mi fiel y mal pagado secretario particular, que espera relaje y satisfaga a éste Conde con sus armoniosos acordes.

Y es que no haya nada cómo tratar al servicio de forma germánica, de esta forma van aprendiendo maneras y se preocupan ante todo por el bienestar de su amo, ofreciéndole veladas musicales cómo estas tan sorpresivas y que éste Conde germánico cree será por motivo del aniversario de Herr Wolfgang Amadeus Mozart, ese melenudo casi teutón.

Y ahora si me lo permiten les dejo momentáneamente, pues éste aristócrata germánico tiene que ir organizando el interminable desfile de baúles necesarios para tan largo desplazamiento, no olvidando incluir en alguno de ellos a buena parte de la servidumbre para así ahorrar alojamientos innecesarios para con los mismos.

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien

5 Kommentare:

Anonym hat gesagt…

Bueno, ¿qué tal el concierto melenudo al que asistió de Incógnito, Sr. Conde?

Ferdinand Von Galitzien hat gesagt…

Pues estará usted contento... ¡un grupo de la pérfida Albión con nombre afrancesado y en su pueblo!... ¡lo que hay que ver e incluso oír en estas alturas del Schlöss!.

Cómo se puede imaginar, este su Conde estaba más preocupado por el grave hecho de estar rodeado de melenudos realmente saltarines, que intentar descifrar los acordes melenudos del susodicho grupo, además, entre que la trompetilla que se le estropeó a éste aristócrata al intentar adecuarla al sonido de la sala decadente y el monóculo que era incapaz de distinguir figuras humanas entre tanta oscuridad germánica, pues le diré que teniendo en cuenta que éste Conde se imaginaba que iba a oír un cuarteto para cuerda de Herr Mozart, finalmente fue toda una experiencia poder comprobar en su estado natural la decadencia alocada de los melenudos del nuevo siglo o lo que es peor, los ex-melenudos que también atiborraban dicho recinto... ¡menudo ejemplo para sus vástagos vagos!.

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien

Anonym hat gesagt…

No comprendo qué podía hacer un aristócrata de su alcurnia en un sitio como ése, todavía hubiera sido esta bolchevique de mal traer... ¿pero Vd? Esto sólo puede ser la decadencia de la rancia aristocracia, lo cual no deja de ser buena señal.

Anonym hat gesagt…

Faltaba mi firma

Ninovska

Ferdinand Von Galitzien hat gesagt…

Rancidez, decadenciez, alcurniez ( disculpe éstos términos germánicos de difícil traducción al cirílico )..., cómo comprenderá ante semejante panorama teutón, éste aristócrata estaba en su estado natural, a excepción de las flacas fräulein que pisaban ligeras el oscuro local.