Freitag, Dezember 02, 2005

"Wolf Blood" (1925) de George Mitchell Und George Chesebro

En esta mínima producción silente de presupuesto igualmente mínimo y con interpretaciones a juego, se nos narra una terrible historia de rivalidades comerciales, prácticas médicas poco aconsejables y crisis de identidades sobrehumanas.

"Wolf Blood" comienza mostrándonos la rivalidad entre dos compañías madereras situadas en tierras inhóspitas y salvajes de ese país del norte de América; una de ellas es la "Ford Logging Co." cuyo capataz es Herr Dick Bannister ( interpretado por el actor George Chesebro que según se cuenta también codirige el filme y es más que notorio que tuvo una larga y anodina carrera posterior como "cowboy" en filmes de serie B ) y la "Consolidated Co", que cómo su nombre indica era la más antigua y con más clientela entre los lugareños del lugar y que para evitar la competencia se dedica a tirotear a los empleados de la misma, eso sí, hiriéndolos solamente en piernas o brazos, para que así no sean operativos ( para que luego me vengan ustedes con los métodos expeditivos que usa éste aristócrata teutón con su servicio doméstico... ).
Como cada día que pasa la situación es más insostenible, Herr Bannister pide la comparencia en esas tierras salvajes de la presidenta de la compañía, Damen Edith Ford, una rica heredera cuya máxima preocupación es bailar el charlestón y casarse con el cirujano de su vida, Herr Deveroux, para que vea las penosas condiciones laborales en las que trabajan sus empleados.
Al llegar a los dominios de su empresa maderera, Damen Ford se quedará prendada con el porte y galanura de Herr Bannister, intentando disimular tal atracción estando su cirujano presente, pues ante todo hay que guardar las formas aunque sea en los profundos bosques de América.

Además de tirotear a la competencia, la "Consolidated Co." no tiene reparos en hacer todo lo posible por ser la única empresa maderera del condado y por ello deciden crear una presa en el río para uso y disfrute, perjudicando notablemente a la "Ford Logging Co."; cuando Herr Bannister comprueba tan peligrosa maniobra de ingeniería maderera en contra de sus intereses, amonesta a esos rudos leñadores que trabajan en la presa ilegal y que no atendiendo a razones éstos, golpean a Herr Bannister de forma considerable arrojándolo posteriormente a un precipicio para así dejar las cosas claras de quién manda en el sector maderero.
Casualmente y ya bien entrada la noche, el "fiancé cirujano" de Damen Ford, se encuentra con el malherido Bannister, llevándolo a una cabaña cercana para intentar salvarle la vida; pero si su seguridad social de hoy en día es bastante penosa según le cuentan a éste aristócrata teutón, ya se pueden imaginar cómo eran las condiciones sanitarias de entonces en la profunda América, por ello mismo y para intentar salvarle la vida al capataz solícito de la "Ford Logging Co.", Herr Deveroux decide innovar en técnicas médicas, haciéndole una transfusión a su paciente, pero eso sí, con sangre de un lobo que pasaba por allí.

Herr Bannister se recupera poco a poco de tan excéntrica práctica médico-animal, pero los rumores de tan peculiar transfusión sanguínea, se van propagando por los lugareños del lugar, que lógicamente son personas muy supersticiosas y conocen mil historias de hombres con costumbres lobunas nada humanas, por lo que tratan de evitarlo cuando éste está recuperado y se pasea ( a dos patas ) por el lugar.
El capataz al sentir tanto rechazo pregunta el porqué de tal situación y éste es informado de que ahora quizás comience a aullar por las noches cuando acabe de cenar; angustiado por tal panorama ( aullar después de cenar, supone éste aristócrata teutón... ) Herr Bannister se siente desolado.
Pero el amor de Damen Ford no conoce fronteras, incluso animales... y le declara su amor insobornable: "Te quiero seas lo que seas", le dice la rica heredera, para que comprueben ustedes que la señorita realmente lo ama, pues siendo ambos de condiciones sociales diferentes, el que ahora su amado sea medio animal le importa un bledo a la susodicha.

El pobre Bannister con la cabeza llena de historias lobunas, comienza a tener alucinaciones animales, incrementadas éstas al conocerse que el capataz de la competencia y máximo enemigo suyo, ha sido encontrado muerto con dentelladas en el cuello muy sospechosas.
Afortunadamente y gracias al amor incondicional de Damen Ford ( "¿A quién quieres, al hombre o la bestia"?, le dice en un momento de confusión amorosa Herr Bannister a su amada ) el asunto de la muerte del capataz de la competencia no tendrá nada que ver con él y después de despedirse la feliz pareja del ex-fiancé y cirujano experimental de Damen Ford, Herr Deveraux, al comprobar éste que ya no es correspondido por su amada al cambiarlo por el paciente de sus experimentos médicos, iniciarán ambos lo que se presupone una vida feliz, con una empresa maderera ahora sin demasiada competencia y Herr Bannister acostumbrado a su nueva condición de medio animal.

Una chusca ( no sabe éste Conde germano si esa palabra germánica tiene traducción a sus lénguas bárbaras ) producción silente que a pesar de todo y dentro de sus escasas posibilidades se ve con agrado y como perfecto "appetizer" para los notorios filmes mudos por todos conocidos.

Y ahora si me lo permiten les dejo momentáneamente, pues con tanto lobo éste aristócrata teutón debe comprobar si han sido poco alimentadas las jaurías de perros que transitan por las inmediaciones del "Schlöss".

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien

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