Sonntag, Dezember 02, 2007

"Anna Boleyn" (1920) By Ernst Lubitsch


Continuing with the exclusive film programme about complicated relationships in some European courts, last night in the Schloss theatre was shown “Anna Boleyn”, a film directed by the great Teutonic film director Herr Ernst Lubitsch. The film depicts the terrible story of the Queen consort of the British King Henry VIII. She was executed by her husband ( well, not exactly, the King ordered the executioners to do his dirty work) not to mention that this marriage caused an important political and religious historical event, the English Reformation.

The film stars Dame Henny Porten, Germany’s first screen superstar during those early years and Herr Emil Jannings, Germany’s fattest actor in that silent era. Both play their characters in a suitable way; Dame Porten as an innocent aristocrat who becomes progressively interested in the power that the court offers her and Herr Jannings as the unscrupulous, whimsical and womanizing British monarch, a character very suitable for this German actor who overacts appropriately, given the extravagance and excessive personality of the character himself.

In the early film period Herr Lubitsch was known for his outstanding costume films, colossal productions with big budgets ( “Anna Boleyn” cost about 8 million marks, a fortune even for this German count ) taking great care in magnificent decors as can be seen during the coronation procession in Westminster Abbey scene which employed 4.000 extras ( idle Germans of that time were used, causing revolutionary workers to create a fuss when German President Friedrich Ebert visited the set during filming).

Besides the spectacle, one of the most important aspect of this and every film of Herr Lubitsch, even during his epic period, is the complex relationship between the main characters. We experience a game of different interests, double meanings, and the complicated art of flirting but what is treated lightly at first ends in tragedy. The importance of those historical facts is brought to bear in an effective way but Lubitsch is really more interested in the changing relationship between Henry VIII and Anna Boleyn.

And now, if you'll allow me, I must temporarily take my leave because this German Count must take care that one of his fat and rich heiress doesn't lose her head for this Teutonic aristocrat.

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien

-/-

Continuando con el exclusivo ciclo cinematográfico acerca de las complicadas relaciones personales en diferentes cortes europeas, la pasada noche se exhibió en el Schloss el filme “Anna Boleyn”, obra dirigida por el gran director teutónico Herr Ernst Lubitsch, en el cual se narra la terrible historia de la reina consorte del rey británico Enrique VIII, la cual fue ejecutada por su marido ( bueno, no exactamente, el rey ordenó a los verdugos hacer el trabajo sucio ), sin olvidarse igualmente que este matrimonio fue la causa principal de un importante hecho religioso e histórico: el cisma de la iglesia de Inglaterra.

El filme está protagonizado por Dame Henny Porten, la primera gran estrella del cinematógrafo alemán y Herr Emil Jannings, el actor más gordo de la primera época silente germánica, ambos interpretan sus personajes de una forma realmente convincente, Dame Porten como la inocente aristócrata que de forma progresiva se va interesando en los privilegios que la corte le ofrece y Herr Jannings como el monarca sin escrúpulos, caprichoso y mujeriego que resulta ser perfecto para el actor germánico el cual sobreactúa de forma comedida y muy ajustada para las extravagancias y excesiva personalidad del personaje que interpreta.

Durante la primera etapa silente de la carrera de Herr Lubitsch, este estaba muy reconocido por sus filmes de época, colosales producciones con enormes presupuestos ( “Anna Boleyn” costó unos 8 millones de marcos, toda una fortuna incluso para éste conde germánico ), en las cuales se cuidaban muchísimo la dirección artística, como los excepcionales decorados que se puede apreciar durante la escena de la coronación en Westminster Abbey, escena en la cual se emplearon a más de 4.000 extras, ociosos germanos de la época , revolucionarios trabajadores los cuales provocaron un tumulto cuando el presidente alemán Herr Friedrich Ebert visitaba el rodaje del filme.

Además del gran espectáculo visual, uno de los más importantes aspectos de este y todos los filmes de Herr Lubitsch, incluida su etapa silente, reside en el retrato de las complicadas relaciones personales entre los personajes principales, mostrando un variado juego de diferentes intereses entre ambos, dobles sentidos y el complicado arte del coqueteo, tratado en esta ocasión al principio del filme, de forma ligera y desembocando en su parte final, en tragedia.
La importancia de los hechos históricos se tratan en el filme de forma efectiva aunque lo que realmente le interesa a Herr Lubitsch, son las variables relaciones entre Enrique VIII y Ana Bolena.

Y ahora si me lo permiten les tengo que dejar momentáneamente, pues este conde germánico tiene que prevenir que una de sus ricas y gordas herederas no pierda la cabeza por éste aristócrata teutón.

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien

1 Kommentar:

Angel San Miguel hat gesagt…

Así como dices esta es otra gran superproducción de Lubitsch y aunque se nota que estamos ante un gran director con ya casi diez años en el cine este tipo de películas no las llega a dejar totalmente redondas,su dos películas históricas me han aburrido un poco.