Sonntag, März 30, 2008

"Yvette" (1928) By Alberto Cavalcanti

Dame Yvette ( Dame Catherine Hessling more Hessling than ever ) is a dissipated girl, who lives accordingly a dissipated life together with her mother ( Dame Ica von Lenkeffy ). It's a kind of false bourgeois life in which economic interests ,undertaken to achieve a social position, are the principal subject, especially for Yvette’s mother who will try to make her daughter understand those particular principles when Yvette begin questioning that way of life when she finds true love.

“Yvette” was one of the first silent films directed by Herr Alberto Cavalcanti in his French period and is based on a Herr Guy de Maupassant story. This film adaptation is uneven; basically nothing much happens and the story seems very padded out. The original story by Herr Maupassant is a satire full of incisive social criticism but Herr Cavalcanti doesn't know how to take advantage of its richness. Herr Cavalcanti chooses to ignore the story's more profound aspects and concentrates instead on a rather superficial love story that doesn't even seem to interest the lovers themselves. Nevertheless the film can be appreciated for its minor criticism of the hedonist life, stressing the prejudices of the main characters and even the dubious origins of the social position that Dame Yvette and her mother enjoy ( in the original Herr Maupasant story, Yvette is an illegitimate daughter ).

Bypassing the more original aspects of the story, the film goes forward in a narrative void, showing the boring and unimportant soirées ( both words are synonymous ) that Dame Yvette attends, not to mention her unrequited love, a bore itself.

Only at the end of the film is there a little interest and some inventiveness with the sequence of Dame Yvette 's suicide attempt; once our desperate heroine gets the poison there is an image trick that turns the poison label with the classic human skull into a strange and tropical ball mask (politically incorrect in these modern days). This bizarre moment is the best part of the film but then the mood is ruined with a clumsy ending.

And now, if you'll allow me, I must temporarily take my leave because this German Count must resume his exhilarating aristocratic life.

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien


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Dame Yvette ( Dame Catherine Hessling, más Hessling que nunca ) es una chica disipada, la cual, consecuentemente…, lleva una vida muy disipada conjuntamente con su madre ( Dame Ica von Lenkeffy ); ambas viven en una especie de falsa burguesía en donde los intereses económicos para conseguir una posición social, es su principal interés, especialmente para la madre de Yvette la cual intentará convencer a su hija que esos particulares principios son primordiales, cuando ésta comienza a cuestionarlos al encontrar el amor verdadero.

“Yvette” fue uno de los primeros filmes dirigidos por Herr Alberto Cavalcanti, una obra que pertenece a su periodo afrancesado y que está basado en una historia de Herr Guy de Maupassant; esta adaptación cinematográfica es muy irregular, sobretodo porque nada interesante acontece durante el filme y la historia es alargada en demasía.
La historia original de Herr Maupassant es una sátira repleta de incisiva crítica social pero Herr Cavalcanti no aprovecha esas cualidades de la obra, al contrario, prefiere ignorar los aspectos más profundos de la historia y concentrarse casi exclusivamente en una superficial historia de amor que ni siquiera parece interesar a sus principales protagonistas.
A pesar de todo, en el filme se puede apreciar una tibia crítica acerca del hedonismo y los prejuicios en los que viven sus protagonistas o las insinuaciones acerca de los orígenes dudosos de la posición social que disfrutan tanto Yvette como su madre ( en la historia original de Herr Maupassant, Yvette es hija ilegítima ).

Tras esos escasos aspectos interesantes de la historia, el filme navega irresolublemente hacia el vacío narrativo, mostrando las aburridas e intranscendentes soirées ( ambas palabras son sinónimas ) a las cuales acude Yvette, además de su amor no correspondido, todo un aburrimiento en su conjunto.

Solamente al final del filme se puede apreciar cierto interés e ingenio gracias a la secuencia del intento de suicidio de Yvette; una vez que nuestra desperada heroína ha conseguido el veneno para llevar a cabo su propósito, se produce un truco de cámara en el cual la imagen de la clásica calavera humana del frasco, nos traslada a un extraño y tropical baile de máscaras ( políticamente incorrecto en estos días ); este bizarro momento es la mejor parte del filme aunque de nuevo Herr Cavalcanti vuelve a arruinar dichos logros gracias a un torpe final.

Y ahora si me lo permiten les tengo que dejar momentáneamente, pues este Conde germánico tiene que retomar su excitante vida aristocrática.

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien

Dienstag, März 25, 2008

Recordando A Herr Evgenii Bauer


Como suele suceder con demasiados directores del periodo silente, sus nombres hace tiempo que han caído en el olvido y por extensión su trabajo, a excepción de unos pocos afortunados que han conseguido resistir tan largo periodo de tiempo, consiguiendo perpetuarse estos a pesar del enorme desconocimiento que lamentablemente todavía afecta al cine realizado antes del año 1930.
Desconocimiento que no es ajeno a los admiradores del cine silente, pues aún a pesar de los esfuerzos titánicos e ingeniosas búsquedas a través del mundo entero para conseguir ver dichos filmes mediante subterfugios o tratos ilícitos a los que tiene que recurrir éste Conde germánico, es siempre un placer teutón el poder, finalmente, contemplar grandes obras de las cuales existen pocas referencias o son completamente desconocidas, maravillándonos finalmente por éstos descubrimientos notorios como ha sido el poder disfrutar de cinco excelentes filmes del director ruso Herr Evgenii Bauer.

Hasta hace escasos años el cine de este pionero y excepcional director ruso estaba completamente olvidado incluso en su propio país y ello a pesar de haber tenido su obra una enorme influencia en las posteriores filmografías de grandes directores rusos como Herr Eisenstein o Herr Lev Kuleshov; solamente a finales de los años 80 y gracias al desmoronamiento de la U.R.S.S., los filmes de Herr Bauer, almacenados en los archivos cinematográficos soviéticos, emergieron de la oscuridad después de setenta años de olvido y comenzaron a ser exhibidos internacionalmente para otorgarle finalmente la crítica especializada el lugar de honra que le correspondía por méritos propios al director ruso.

Herr Evgenii Bauer nació en Rusia en el año 1865 y graduóse en la academia moscovita de pintura, escultura y arquitectura; con el paso de los años ejerció de actor aficionado, caricaturista periodístico, empresario teatral e incluso fotógrafo artístico; a pesar de tanta diversidad de oficios e inquietudes artísticas, Herr Bauer comenzó a ser admirado y reconocido por sus trabajos como diseñador de decorados en filmes de otros realizadores paisanos suyos, trabajo este más que notorio en sus filmes posteriores, al ser su excepcional dirección artística uno, de entre muchos, de los grandes logros que se pueden apreciar en su obra cinematográfica.
Bauer se graduó relativamente tarde como director, tenía 48 años y gracias al apoyo y ánimos de varios directores con los cuales había trabajado, sus inicios fueron en “Pathé Star Film Factory” para la que realizó cuatro películas.
Sus obras comenzaron enseguida a tener gran notoriedad y a ser grandes éxitos de crítica y taquilla en su país, abarcando una gran variedad de género cinematográficos, tales como comedias, filmes patrióticos, dramas sociales y tragedias llenas de obsesiones y conflictos psicológicos en sus personajes, siendo éstos últimos géneros en los cuales la genialidad de Herr Evgenii Bauer brilla con luz propia y por los cuales es reconocido, constatando éste aristócrata teutón dichos logros, pues los cinco filmes que se han podido contemplar en el teatro del Schloss, son una excelente muestra de los logros artísticos del ruso.
Lamentablemente la obra de Herr Evgenii Bauer fue corta, pues murió de neumonía y a la edad de 52 años en el año 1917, dejando, a pesar de todo una buen puñado de excelentes filmes.

Herr Bauer fue también el gran pionero del cine ruso, pues junto con Herr David W. Griffith fue de los primeros en posicionar la cámara delante de los actores para conseguir así desarrollar un naturalismo en las interpretaciones de los mismos, ( la sobreactuación de los actores europeos era notoria en comparación con sus colegas americanos ) que no existía por entonces, además de evitar filmar los característicos filmes “teatralizados” que tan habituales eran en las primeras producciones silentes y en todas las cinematografías mundiales, desarrollando además Herr Bauer un personal montaje para sus filmes, pausado, sereno y acorde con los conflictos de sus personajes, nada que ver con los montajes de Herr Griffith siempre más dramáticos y dinámicos lógicamente y en justa consonancia con las historias y el desarrollo cinematográfico que el americano pretendía dotar a sus filmes.
La virtuosidad técnica de Herr Bauer es notoria además de pionera en producciones de un cine que aún estaba naciendo, explorando nuevas vías e intentando consolidar éstas gracias al ingenio, entre otros y escasos directores, como Herr Bauer.
Además de sus innovaciones técnicas, Herr Evgenii, como había comentado anteriormente éste conde germánico y gracias a poseer una formación artística tan completa y amplia, tenia especial cuidado con la dirección artística de sus filmes, puntillistas y nada recargados, retratando escenarios naturales y recreaciones fidedignas de las diferentes clases sociales, creando además un específico estilo visual y de iluminación de interiores, empleando para ello sorprendentes movimientos de cámara y dramáticos primeros planos, adquiriendo por todo ello su obra una importancia superlativa.

Como muestra de lo excepcional de la obra de Herr Bauer, quería comentar brevemente éste Herr Von, secuencias o detalles de algunos de esos filmes que recientemente han sido exhibidos sin pudor en el Schloss.

Sumerki Zhenskoi Dushi” ( Twilight Of A Woman’s Soul ) (1913) aún a pesar de ser uno de sus primeros trabajos, posee esos experimentos novedosos con la luz en el desarrollo de la historia de sus personajes.
Una mujer aristócrata intenta sentirse útil dentro de la monótona y aburrida vida que lleva, ayudando a los pobres, uno de los cuales, pérfido desagradecido… la violará.
Durante la escena de la violación la exquisitez de Herr Bauer es notoria al iluminar el antro del vagabundo de forma siniestra, acentuando así el dramatismo de la escena ( anteriormente el filme es iluminado alegremente en consonancia con los ambientes opulentos que se retratan ) usando la elipsis de forma más que convincente.

Nemye Svideteli” ( Mute Witnesses ) (1914) un drama de realismo social, hace hincapié en denunciar de forma exquisita y sibilina la diferencia de clases entre los dos amantes que protagonizan el filme, incluyendo además un efectivo uso de primeros planos para acentuar diferentes momentos dramáticos de la obra, como por ejemplo cuando la doncella ( amante de su patrón aristocrático ) es humillada por una chica de clase noble y contrincante suya en favores amorosos, a que le retire sus botas en presencia del amante de ambas.

Posle Smerti” ( After Death ) (1914) es otro excelente ejemplo del uso de la iluminación para acentuar el dramatismo de ciertas escenas del filme, a destacar especialmente cuando durante una terrible noche de tormenta, el protagonista ( un hombre que se obsesiona con una actriz que ha conocido de forma casual en diferentes ocasiones ) sueña repetidamente con ella viendo su fantasma al pie de su cama antes de que un shock acabe con su vida, utilizando además trucos de cámara y trasparencias para lograr un ambiente fantasmagórico y enfermizo.

Umirayushchii Lebed” ( The Dying Swan ) (1916) es, de las cinco obras exhibidas, la mejor de todas, una excepcional obra maestra, compendio de todos los logros y experimentos de Herr Bauer, a los cuales hay que añadir una exquisitez admirable en el desarrollo de una terrible historia terrible de amor y necrofilia ( una bailarina y su loco admirador pintor; obsesionado por reflejar de forma fidedigna la muerte en su obra pictórica; al intentar pintar a su admirada bailarina en el papel artístico del cisne moribundo, para conseguir finalmente éste la pose perfecta en su modelo, acabará estrangulándola para lograr sus dudosos objetivos artísticos ); el filme posee ese esmerado diseño de interiores además de cuidadas y bellas escenas exteriores, además de utilizar de forma admirable y moderna sus técnicas cinematográficas.

Revolutsioner” ( The Revolutionary ) (1917) es el filme más flojo de los cinco exhibidos; perteneciente a una serie de películas patrióticas que fueron realizadas como respuesta a conflictos de Rusia con ( sigh! ) Alemania; fue realizada justo después de que la revolución de febrero derrocase al régimen zarista y por lo tanto fue la primera producción rusa que dramatizó en imágenes la tiranía de la policía secreta zarista y las terribles condiciones de vida de los prisioneros en Siberia.
Además de su interés socio-político hay muestras también del virtuosismo de Herr Bauer, especialmente la utilización de la luz, como por ejemplo las escenas de interiores entre el padre y su hijo, iluminando a ambos en “chiaroscuro”...

Ha querido éste Herr Von con este teutónico estudio, resaltar el excepcional trabajo del gran director y pionero que fue Herr Evgenii Bauer que supuso para el desarrollo de un incipiente cinematógrafo, un gran desconocido que no merece serlo por más tiempo entre los cinéfilos y que cuenta afortunadamente con valedores que difunden su obra internacionalmente, gracias a ediciones modernas en discos melenudos o exhibiciones públicas en filmotecas peligrosas, iniciativas admirables que intenta difundir y restituir el injustamente olvidado nombre de uno de los grandes directores de la historia del cine, el ruso Herr Evgenii Bauer.

Y ahora si me lo permiten les tengo que dejar momentáneamente, pues este Conde germánico tiene que charlar con esos aristócratas rusos acerca de las nuevas técnicas de depravación europeas.

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien

Publicado originalmente en “es.rec.cine” ( 2003 )

Mittwoch, März 19, 2008

"What Price Glory" (1926) By Raoul Walsh


The First World War was a terrible milestone of the last century, a huge catastrophe that destroyed the life of many youngsters. Besides meaning the end of an era, especially the associated implicit innocence, a great influence was the shock that such horrible war cause in the Arts.

Such an important happening was depicted in the cinema, during the conflict or after, in very different ways. With various degrees of success, documentaries, dramas, realistic or even funny features were put on the screen. “What Price Glory”, a film directed by Herr Raoul Walsh, was one of those films with the First World War in the background.

The underlying problem of this film for this German count for not considering this oeuvre as remarkable as others with similar subject is the concept, the personal artistic intentions and way the director faces the story and its surroundings. That is to say, “What Price Glory” is a film that uses the Great War as an excuse not as a whole. The director is interested in especially depicting the love affairs included in the film and a strange comradeship between the two male main characters.

And that it would not be a problem if Herr Walsh avoided many stereotyped characters:
- Two U.S. Marine sergeants, that is to say, two hard-boiled, cursing and womanizing men:
-Herr Victor McLaglen und Herr Edmund Lowe who fight among themselves for the love of a naughty French peasant ( Dame Dolores del Rio ) and from time to time, against the Germans
- Stereotyped characters and situations that probably worked in those ancient times but today are dated.

The film is a classic representation, a film with a war in background that lacks emotion in spite some interesting war scenes that are not enough to avoid having an enormous sensation of “déjà vu” during its long two hours. That’s the worst comment that can be said about any silent film, a feeling of indifference, a sense that it’s all the same to the spectator.

And now, if you'll allow me, I must temporarily take my leave because this German Count must return to the aristocratic trenches.

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien

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La primera guerra mundial fue un terrible acontecimiento acaecido durante el pasado siglo, una enorme catástrofe que destruyó la vida de muchos jóvenes además de significar el fin de toda una era, especialmente la inocencia implícita y asociada a dicha época, sin olvidarse además de la gran influencia y conmoción que tan horrible guerra causó en las artes.

Tan importante acontecimiento fue reflejado en el cinema, durante y tras el conflicto bélico, de forma diversa y con diferente éxito, como documental, drama realista e incluso comedia, siendo “What Price Glory”, filme dirigido por Herr Raoul Walsh, una de esas obras que tenía la gran guerra como argumento de fondo.

El principal problema para que este filme no sea considerado y destacable como otros con similar argumento por éste conde germánico, está en el concepto, las particulares intenciones artísticas y la forma en la cual el director afronta la historia y el ambiente circundante, esto es, “What Price Glory” es un filme que usa la primera guerra mundial como excusa, no como un todo, estando más interesado el director en reflejar los amoríos incluidos en el filme y la extraña camaradería que mantienen los dos principales protagonistas masculinos de la obra.

Y ello tampoco sería un problema siempre y cuando Herr Walsh hubiese evitado numerosos estereotipos al respecto…: dos sargentos y marines americanos, esto es, dos duros, blasfemos y mujeriegos personajes ( Herr Victor McLaglen und Herr Edmund Lowe ) los cuales lucharán por el amor de una pícara campesina francesa ( Dame Dolores del Río ) y de vez en cuando en contra de los germanos, además de toda una galería de estereotipadas situaciones y personajes que quizás funcionaron bien durante aquellos viejos tiempos pero que actualmente están muy anticuados.

El filme resulta ser una representación clásica, una obra con la guerra como excusa y a la cual le falta emoción a pesar de ciertas e interesantes escenas bélicas, las cuales no son suficientes para evitar tener una sensación de “déjà vu” durante sus largas dos horas de duración y ese es el peor comentario que puede hacerse acerca de cualquier filme silente, la repetición e indiferencia que siente el espectador ante dicha obra.

Y ahora si me lo permiten les tengo que dejar momentáneamente, pues este conde germánico tiene que volver a las trincheras aristocráticas.

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien

Dienstag, März 11, 2008

"Max À Monaco" (1913) By Max Linder


When this German count is in a hurry in order to attend one of those worthless soirées, watching a short film by Herr Max Linder is the perfect choice in order to satisfy the silent film anxiety of this German aristocrat and keep his fat Teutonic heiresses happy as well.

This time the short film was “Max À Monaco” but the title is a deceptive one because the whole story of the film happens at sea, mostly in a French warship anchored near the Monte Carlo casino port (a complete waste of time, certainly… you know, to visit a warship instead of visiting the Monte Carlo casino where you can waste both your time and your money.) Anyway, in spite of that, our hero will stagger from stem to stern in a complete state of drunkenness and that causes him some problems with the crew and of that frenchified warship. It's the perfect excuse then to watch those funny slapstick Herr Linder moments.

Ironically, “Max À Monaco” premiered in Berlin cinemas ( this German count was there at the theatre with his medals won in futile wars... ) the same day that Germany declared war; the First World War, a terrible time full of disgrace and sorrow. It was particularly tragic for Herr Linder who was called to arms. From that time on, nothing was ever the same again for the world or Max Linder.

And now, if you'll allow me, I must temporarily take my leave because this German Count must resist the Teutonic fat heiresses war of attrition.

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien


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Cuando este Conde germánico tiene cierta prisa por tener que asistir a una de esas insustanciales soirées, contemplar un cortometraje de Herr Max Linder es la elección perfecta para poder satisfacer, al mismo tiempo, tanto las ansias de cinema mudo de éste aristócrata germánico como a sus gordas herederas teutónicas.

El filme elegido en esta ocasión fue “Max À Monaco”, una obra con un título engañoso, pues a pesar de dicho encabezamiento, la acción del filme transcurre en el mar, más concretamente en un buque de guerra francés el cual se encuentra fondeado cerca del puerto del casino de Montecarlo ( toda una pérdida de tiempo, ciertamente, esto es, el visitar un acorazado afrancesado en vez de estar perdiendo el tiempo y el dinero en el casino de Montecarlo… ); de todas formas y a pesar de dichas contradicciones, nuestro héroe se paseará de proa a popa en un estado de completa embriaguez, lo cual le causará numerosos problemas tanto con la tripulación como con los aparejos del susodicho buque de guerra afrancesado, toda una excusa perfecta para poder contemplar esos célebres y divertidos momentos de comedia de Herr Linder.

Curiosamente, “Max À Monaco” se estrenó en los teatros berlineses ( este conde germánico se encontraba en uno de ellos luciendo sus medallas ganadas en guerras inútiles... ), el mismo día en el cual Germania declaró la guerra, la primera guerra mundial, una época terrible repleta de desgracias y pesadumbres y particularmente trágica para Herr Linder al ser llamado éste a filas; a partir de entonces, ya nada fue igual tanto para el mundo como para el comediante afrancesado.

Y ahora si me lo permiten les tengo que dejar momentáneamente, pues este Conde germánico tiene que resistir la guerra de desgaste que le infringe sus gordas herederas teutónicas.

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien

Dienstag, März 04, 2008

"Wilhelm Tell" (1923) By Rudolf Dworsky & Rudolf Walter-Fein


Last night in the aristocratic theatre was shown an obscure ( there is not a lot of information about this silent film outside the thick Schloss walls ) German film in which is depicted the well-known legend of a Swiss hero whose name was Herr Wilhelm Tell. The legend says that he was a very skilful marksman who successfully shot an apple ( thanks Gott it wasn’t a grape… ) from his son’s head, a difficult task ordered by a local tyrant who forced Herr Tell to do it in exchange for his freedom and by extension the liberation of his countrymen.

In spite of the well-known and compelling story, the joint direction by Herr Rudolf Dworsky und Rudolf Walter-Fein, is primitive and schematic.

Both Rudolfs don't make good use of the story which in other hands would be interesting; you know, oppression, injustice and all those kind of things that usually the coarse people are raving about. They misuse those ancient facts about peasants dominated by the Kaiser and in need of a hero to set them free.

Instead, both directors adopt a solemn expression ( not just in academic terms but in theatrical mannerisms ) but in many ways its artistic intentions fall far short. For example, in art direction, the film is an exaltation of papier mâché ( fortunately the indoor settings are overshadowed by some outdoor nature scenes) and the cast overacts, even Herr Conrad Veidt who had achieved great success by this point. it is unbelievable that the supposedly most thrilling scene of the film, when Herr Tell shoots an apple off the head of his son, is practically thrown away, providing evidence of the weak imagination and clumsy use of the camera by both directors of the film.

And last but not least, unfortunately Herr Guido Seeber 's cinematography couldn't impress this German count due to the blurry copy of the film ( well, this is a well-known custom in every Schloss film premiere ) which was rescued from the Schloss cellar film archives….

And now, if you'll allow me, I must temporarily take my leave because this German Count must go to tell off Herr Tell.

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien

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La pasada noche, en el aristocrático teatro del Schloss, se proyectó un oscuro ( no hay demasiada información acerca de ésta obra silente más allá de los gruesos muros del Schloss ) filme silente germánico en el cual se narra la más que conocida historia acerca de un héroe suizo que respondía al nombre de Herr Guillermo Tell; en dicha leyenda se cuenta que el susodicho fue un hábil arquero el cual salió de forma airosa al disparar su arco sobre una manzana ( gracias a Gott no se trataba de una uva… ) ubicada en la cabeza de su hijo, una complicada tarea ésta ordenada por un tirano local que forzó a Herr Tell a afinar su puntería para conseguir a cambio su libertad y por extensión la liberación de sus paisanos.

A pesar de tan atractiva y conocida historia, la dirección al alimón de Herr Rudolf Dworsky y Rudolf Walter-Fein, resulta ser demasiado primitiva y esquemática.

Ambos Rodolfos no emplean de forma adecuada una historia que en otras manos tendrían resultados ciertamente diferentes, esto es, una historia repleta de opresión, injusticias y todos esos asuntos que tanto interesan habitualmente a la gente ordinaria, desaprovechando esos hechos de antaño sobre campesinos oprimidos por el Kaiser y la imperiosa necesidad de encontrar un héroe que los libere.

En cambio, ambos directores adoptan una expresión solemne ( y no precisamente en términos artísticos si no en manierismos teatrales ) cuyas intenciones artísticas son fallidas, como pueda ser por ejemplo en la dirección artística del filme, toda una exaltación al cartón piedra ( afortunadamente los decorados de interiores son compensados con interesantes escenarios naturales exteriores ) o unos intérpretes sobreactuados, incluyendo incluso a Herr Conrad Veidt, todo un actor reconocido por entonces, sin olvidarse del increíble hecho de que la principal escena del filme, cuando Herr Tell dispara a la manzana que reposa en la cabeza de su hijo, escena que supuestamente debía ser la más emocionante de la obra, prácticamente ni se intuye, una prueba más que evidente de la escasa imaginación artística y el torpe uso de la cámara por los dos directores del filme.

Finalmente, ni siquiera la fotografía de Herr Guido Seeber ha podido ser apreciada por éste conde germánico, debido a la borrosa copia rescatada de los archivos cinematográficos sitos en los sótanos del Schloss, aunque la verdad, esa sea una costumbre habitual en cada estreno del Schloss, ciertamente…

Y ahora si me lo permiten les tengo que dejar momentáneamente, pues este Conde germánico tiene que vituperar a Herr Tell.

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien