Samstag, Oktober 31, 2009

"Le Diable Au Coeur" (1928) By Marcel L'Herbier


Herr Marcel L’Herbier, an excellent French director of the silent era, made his most important works during the 20’s of the last century. These are astounding silent oeuvres in which the modern, fashionable artistic tendencies that were in vogue in those early days are much in evidence. These avant-garde works have remarkable art-decó settings and are highly appreciated nowadays by silent connoisseurs for their modernity and Herr L’Herbier very personal style.

“Le Diable Au Coeur” (1928) is, in some ways, a completely different film in comparison with those avant-garde and “modern” films mentioned before; this time Herr L’Herbier forgets those fashionable experimental tendencies for the sake of a most conventional and realistic setting of a little French fishing town.

The beautiful maritime background and the little seaside village where the main characters live, condition the life and troubles of our heroine, Frau Ludivine Bucaille ( Betty Balfour ) . She is a madcap girl who leads a gang of boys who play continual childish pranks in the small village. She lives with her father and her two brothers (who are terrors like herself).She will maintain a troubled love relationship with Delphin ( Herr Jaque Catelain ) until, acting on the advice of her father who is looking out for his own interests, she gets engaged to Gaston Lauderin ( Herr Leo Da Costa ) an old satyr and owner of the town tavern.

This Herr Von can say also that “Le Diable Au Coeur” tells a conventional love story that from time to time seems monotonous and gives to this German count a feeling of “déjà vu” but thanks to Herr L’Herbier’s skilful artistic intentions and the emphasis he gives to village life (very credible atmosphere with a strong regional flavour) and an excellent gallery of supporting characters, the familiar love story floats along on the waters of realism.

The beautiful scenery was photographed by an excellent trio, Herr Lucien Bellavoine, Herrr Jean Letort und Herr Louis Le Bertre, who capture the proper maritime background from the beautiful harbour to the decadent tavern. The art direction adds immeasurably to the film’s effectiveness.

“Le Diable Au Coeur” is a remarkable film, less avant-garde, more humanistic than l’Herbier’s other works but just as memorable ( as a curiosity, this film was produced together with UFA and Gaumont-British ). It depicts the greed, ambition and the human miseries of men, primal human feelings that can found in the most avant-garde of settings or in the life of a small town by the sea.

And now, if you'll allow me, I must temporarily take my leave because this German Count has other fish to fry.

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien

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Herr Marcel L’Herbier, notable director afrancesado de la época silente del cinematógrafo, realizó sus más notables obras durante la década de los años 20 del siglo pasado, sorprendentes filmes éstos en donde se mostraba lo más moderno, las tendencias artísticas más de moda y en boga durante dicha época; esos excelentes filmes vanguardistas, en los cuales se podían apreciar notables decorados “art-decó”, son muy apreciados hoy en día por todos los “connoisseurs” silentes debido a su modernidad y al estilo tan personal que infundía a sus filmes Herr L’Herbier.

“Le Diable Au Coeur” (1928) es, de alguna forma y en comparación, un filme totalmente diferente a esos filmes mencionados anteriormente, tan vanguardistas y modernos, pues en esta ocasión Herr L’Herbier se olvida de las últimas tendencias artísticas y experimentales para optar por los más convencionales y realistas escenarios de una pequeña villa costera afrancesada.

Será en los bellos escenarios de la mencionada villa, en donde los personajes protagonistas del filme vivirán sus peripecias, centradas especialmente en la heroína del filme, Fau Ludivine Bucaille ( Betty Balfour ), toda una alocada jovenzuela la cual lidera una pandilla de mocosos que continuamente están haciendo travesuras en dicho pueblo costero; Frau Ludivine vive con sus padres y dos hermanos, éstos últimos tan impresentables como la susodicha, manteniendo, además, nuestra protagonista, una complicada relación amorosa con Herr Delphin ( Jaque Catelain ), hasta que por culpa de los interesados consejos de sus padres, nuestra heroína finalmente se ve comprometida en matrimonio con Gaston Lauderin ( Herr Leo Da Costa ), un viejo sátiro además de ser el dueño de la peculiar taberna del pueblo.

Este Herr Von tiene que resaltar que “Le Diable Au Coeur” narra una convencional historia de amor que de tanto en cuanto semeja demasiado monótona, dándole a éste conde germánico una sensación de “déjà vu”, aunque finalmente y gracias a las habilidades artísticas de Herr L’Herbier el cual otorga mucha importancia en el filme al ambiente realista y cotidiano del pueblo pesquero, consiguiendo una atmósfera costumbrista muy creíble, además de resaltar en el filme toda una notable galería de personajes secundarios, consiguiendo de ésta forma que la historia de amor se diluya en las aguas de un excepcional y peculiar realismo cinematográfico.

Los escenarios reales del filme fueron fotografiados por un excelente trío, Herr Lucien Bellavoine, Herr Jean Letort und Herr Louis Le Verter, los cuales aprehenden el auténtico ambiente marítimo en escenas, por ejemplo, exteriores que transcurren alrededor del puerto del pueblo, como en los interiores del hogar de Frau Ludivine o la decadente taberna de la villa, sin olvidarse igualmente de la dirección artística la cual contribuye de forma notable a la efectividad y realismo del filme.

“Le Diable Au Coeur” es un notable filme, menos vanguardista que ciertas obras de Herr L’Herbier, más humanista e igualmente destacable ( como curiosidad, mencionar que éste filme fue producido por la teutónica productora UFA y la Gaumont-British ), un filme en el cual se muestra la avaricia, la ambición y las miserias humanas de los seres humanos, sentimientos primarios éstos que tanto se pueden apreciar en las obras vanguardistas de Herr L’Herbier, como en convencionales filmes costumbristas del director afrancesado como el que hoy se menciona.

Y ahora si me lo permiten, les tengo que dejar momentáneamente, pues este conde germánico tiene otros asuntos importantes salitrosos que atender.

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien

Samstag, Oktober 24, 2009

"Ballet Mécanique" (1924) By Fernand Léger & Dudley Murphy


Since the beginning of the invention of cinema, Europe was a good place for the most innovative filmmakers to do their work, crazed youngsters who weren’t satisfied with conventional film narratives, so they needed to try new and avant-garde film experiments full of images too bizarre and incomprehensible for a conservative German count. Many times these films were influenced or had connections with other Arts, as is the case with “Ballet Mécanique” (1924), a milestone in avant-garde silent film which is influenced by cubism and directed by a painter, Herr Fernand Léger.

The film is an unconventional and unique film experience, a kind of an essay about movement, in which whirling, dazzling galleries of machines images ( pistons, gears ) and deconstructing humans ( female cubist portraits, syncopated images of different persons ) are intertwined , composing together a bizarre, surreal symphony of motion, an extravagant and experimental kaleidoscope. Such avant-garde madness wasn’t exclusive to Europe because Herr Léger had the help of two Amerikan madmen, the technical assistance of Herr Dudley Murphy, director and producer and the founder of the New York Dada movement and Herr Man Ray photographer, painter and avant-garde filmmaker, who did the cinematography.

Obviously this German count is accustomed to watch classical and conventional ballets as for example Herr Tchaikovsky’s “Swan Lake” full of elegant movements as “pas de deux”, “plié”, “sautés”… so the first time that this Herr Graf watched Herr Léger’s “Ballet Mécanique” with its organized and meaningless symphonic chaos, the soirée at the Schloss theatre was left in a state of absolute shock. Fortunately many years have passed since then and this Herr Von had the chance to know and watch more bizarre avant-garde silent films, varied and unclassifiable oeuvres that belonged to strange and different cultural movements of the last century so the second time that “Ballet Mécanique” was shown in the Schloss theatre and with such background information digested, this German count still couldn’t understand the damn thing… the same thing happened the third, the forth, the fifth time…

And now, if you'll allow me, I must temporarily take my leave because this German Count must dance a·”pas de deux” with the Schloss’ boiler.

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien

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Desde los comienzos del invento del cinematógrafo, Europa fue un buen lugar en el cual los más innovadores directores pudieron desarrollar su particular trabajo, alocados jóvenes creadores que no tenían suficiente con los más convencionales lenguajes narrativos de entonces, por lo cual necesitaban buscar nuevos y vanguardistas experimentos cinematográficos repletos éstos de imágenes bizarras e incomprensibles para un conde germánico.
En numerosas ocasiones, esos filmes tenían influencias o conexiones con otras artes, tal y como sucede con “Ballet Mécanique” (1924), todo un hito dentro del cinema silente vanguardista, con referencias cubistas y dirigida también por un pintor, Herr Fernand Léger.

El filme es una excepcional y nada convencional experiencia cinematográfica, una especie de ensayo sobre el movimiento en el cual unas mareantes y vertiginosas galerías de imágenes de máquinas ( émbolos, engranajes ) y humanos deconstruídos ( retratos femeninos cubistas, sincopadas imágenes de personas diversas ) se intercalan entre sí, componiendo una rara, surrealista sinfonía acerca del movimiento, todo un genuino y extravagante caleidoscopio experimental.
Esta locura vanguardista no era exclusiva de Europa, pues Herr Léger contó con la ayuda de otros dos alocados jovenzuelos americanos, el director y productor Herr Dudley Murphy que ayudó técnicamente a Herr Léger y el fundador del movimiento Dada en Nueva York, además de fotógrafo, pintor y director vanguardista, Herr Man Ray que colaboró como director de fotografía en el filme.

Obviamente para un conde germánico acostumbrado a ver clásicos y convencionales ballets como puedan ser, por ejemplo, “El Lago De Los Cisnes” de Herr Tchaikovsky, composiciones repletas éstas de elegantes movimientos como puedan ser los “pas de deux”, “plié” o “sautés”, la primera vez que éste Herr Graf contempló en el teatro del Schloss “Ballet Mécanique”, con su incomprensible y sin sentido caos sinfónico, le causó a éste Herr Von una fuerte impresión.
Muchos años han pasado desde entonces y éste Herr Graf ha tenido la oportunidad de conocer y ver más bizarros filmes vanguardistas, variadas e inclasificables obras que pertenecían a extraños y diferentes movimientos culturales del pasado siglo, por lo cual y gracias a esa información adquirida durante tantos años, la segunda vez que “Ballet Mécanique” fue proyectado en el Schloss, éste conde germánico continuó sin entender nada de nada, lo mismo que acontecería la tercera vez, la cuarta, la quinta…

Y ahora si me lo permiten, les tengo que dejar momentáneamente, pues este conde germánico tiene que bailar un “pas de deux” con la caldera del Schloss.

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien

Samstag, Oktober 17, 2009

"Aladdin And The Wonderful Lamp" (1917) By Chester & Sidney Franklin

The common people have always liked old stories about fantastic places where the most bizarre events can happen, the weirder, the better. Such unfortunates especially enjoy those tales that involve incredible hidden treasures or the chance to be a millionaire instantly and without effort; such fantasies provide a little hope to their miserable lives.

Well, logically, aristocrats are not very fond of those stories overall because they have always enjoyed riches and privileges so they are not much impressed by classic literature such as “Aladdin And The Wonderful Lamp”, an oeuvre that was adapted for the screen by the duo of Herr Chester und Sidney Franklin in the silent year of 1917.

The film captures and enhances the spirit of the literary text, showing wonderful and luxurious décors and customs besides careful and fascinating special effects, striking for an early silent film production. It illustrates the fascination that the East always had for Westerners and that means a lot of clichés, natürlich!.

The film has a curious aspect; having in mind that this is a classic story that can be enjoyed by elders and youngsters, the principal characters of the film were played by children, those dangerous people that fortunately soften their cruel attitudes once they grow up. This gives the film a special charm and originality.

Those small performers are supported by adult actors but the little over actors play their roles quite well, focusing their efforts on exaggerating attitudes, feelings and behaviours that suit the exotic, fantastic and typical Eastern atmosphere of the film. Of course the original literary text is abridged ( if the directors hadn’t done that and, having in mind that the story of Aladdin is included in the literary masterpiece “Thousand And One Arabian Nights”, well, the film would have had an excessive running time ) but the essence and the magic of the original story are there in this “mini” version of the tale.

In spite of the fact that aristocrats see the film with indifference due to already having luxury and excess in their Schloss ( in the aristocratic case, the genie of the lamp would be the one that would have to ask for wishes… ) or because the slaves ( servants nowadays ) do whatever their masters ask without complaint, the film can still be enjoyed very much by people of any age, a beautiful film full of magical atmosphere and adventure in what is a naïve, skilful, concise and excellent adaptation of a classic text of the world literature.

And now, if you'll allow me, I must temporarily take my leave because this German Count must ask the genie of the lamp to do the Schloss housework.

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien

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A la gente ordinaria siempre le han gustado las antiguas historias sobre lugares fantásticos en donde los sucesos más extraños acontecen, cuanto más raros, muchísimo mejor; esas pobres y ordinarias criaturas disfrutan especialmente de los cuentos en los cuales se narran historias acerca de tesoros escondidos, y en donde sea posible la oportunidad de ser millonario al instante y sin ningún esfuerzo, fantasías éstas que les dan una cierta esperanza en sus tristes vidas.

Lógicamente a los aristócratas esas historias no les agradan especialmente, más que nada porque ellos siempre han disfrutado de dichas riquezas y privilegios, por lo tanto no se impresionan fácilmente por clásicos de la historia de la literatura como “Aladdin And The Wonderful Lamp”, una obra que fue adaptada para la pantalla silente por el dúo compuesto por Herr Chester und Sydney Franklin en el también año silente de 1917.

El filme contiene y resalta el espíritu del texto original literario, mostrando maravillosos y lujosos decorados y vestuario, además de unos cuidados y fascinantes efectos especiales para una producción temprana silente, para ilustrar, de esta forma, la fascinación que siempre Oriente ha tenido para los occidentales, esto es, toda una colección de tópicos.

El filme también contiene un curioso detalle; teniendo en cuenta que estamos ante una historia clásica que puede ser disfrutada tanto por adultos como por jovenzuelos, los principales papeles del filme están interpretados por niños, esos seres peligrosos que afortunadamente van suavizando sus crueles actitudes a medida que van creciendo, otorgándole al filme un encanto especial y desde luego mucha originalidad.

Esos pequeños actores están acompañados por actores secundarios adultos, interpretando los primeros sus papeles de forma adecuada, centrando sus esfuerzos en exagerar comportamientos, sentimientos básicos y ciertas actitudes, propuestas que encajan en el exótico, fantástico y tópico ambiente del lejano Oriente del filme.
Lógicamente el texto original literario está resumido en su adaptación cinematográfica, pues si los directores no hubiesen tenido en cuenta éste detalle y conociendo que la historia de Aladino está incluida en la obra maestra de la literatura “Las Mil Y Una Noches”, el filme tendría entonces un excesivo metraje, aunque la esencia y la magia de la historia original se aprecia igualmente en esta mini versión del cuento original.

A pesar de que los aristócratas ven con indiferencia el filme debido a que ese lujo y exceso ya se encuentra en sus mansiones ( en el caso aristocrático, el genio de la lámpara sería él el que tendría que pedir los deseos a su amo aristócrata… ) o que los esclavos ( hoy en día también conocidos como sirvientes ) tengan que hacer todo lo que sus amos les ordenan y sin rechistar, el filme se disfruta igualmente por gente de cualquier edad, un bello filme repleto de una atmósfera mágica e increíbles aventuras, en lo que es una hábil, ingenua y concisa adaptación cinematográfica de un texto clásico de la literatura universal.

Y ahora si me lo permiten, les tengo que dejar momentáneamente, pues este conde germánico tiene que ordenar al genio de la lámpara que haga las labores domésticas del Schloss.

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien

Samstag, Oktober 10, 2009

"Old Wives For New" (1918) By Cecil B. DeMille


During his long silent and talkie career, Herr Cecil B. DeMille had a special fondness for comparing the old and the new, whether great events of humankind (like biblical stories) or local Amerikan happenings dealing with domestic problems of the new 20th society. Ancient or modern, these are universal issues.

“Old Wives For New” (1918) is typical of DeMille’s interest in this theme of tension between the old and the new ; in this case, how old-fashioned conservative people try to adapt to the modern society with its rapidly changing shift from ancient values and habits. The film depicts the story of Herr Charles Murdock ( Herr Elliott Dexter ), a rich Amerikan businessman who has a miserable life that he hopes to change; it seems that he has power, money and anything a man could want… except love. He lives under the same luxurious roof with his wife, a careless woman who neglects her marriage duties and two youngsters who don’t pay attention to their parents’ problems… that is to say, a classical and typical marriage as in the 10’s of the last century as the beginning of this new one.

Herr Murdock decides to take a holiday in order to get away from his wife for awhile by going hunting in the mountains with his son. He will meet accidentally and -with the help of a poor bear that died in said meeting- a young girl with whom he falls hopelessly in love. Happiness and hope will shine again in Herr Murdock’s life but alas… the dream will fade when Frau Juliet ( Frau Florence Vidor ) discovers that her admirer is a married man.

“Old Wives For New” was one of those many Herr DeMille’s silent films in which the Amerikan director depicted the Amerikan high society in modern times and all its complicated domestic problems. These films have a slight undercurrent of criticism of some of those novelties and social habits, intertwined always with sarcastic humour; a good combination to depict the classic war of the sexes including the eternal gap between different generations.

The most interesting aspect of this film is its modernity, a contemporary oeuvre made in 1918 that is perfectly valid today, absolute evidence that matrimony was a terrible invention…

The problems of the couple that brings the marriage to crisis include the monotony and the lack of illusion that a long period of living together produces. Of course, even Adam had problems with Eve in Paradise though he was spared the temptation of adultery. Puritanism complicates life for the female characters in the film; Herr Murdock’s old-fashioned wife and Frau Juliet, the modern and independent new woman. Herr DeMille contrasts the two different ways of life and the collision between the old and the new society; however in the end both characters will take advantage of the possibilities modern society offers ( namely, divorce ) and end up happy with the man they liked most.

And now, if you'll allow me, I must temporarily take my leave because this German Count must try to be a modern aristocrat with firmly old-fashioned customs.

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien

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Durante su larga silente y sonora carrera cinematográfica, Herr Cecil B. DeMille tuvo una especial querencia en comparar las diferencias entre lo viejo y lo nuevo, fueran ellos grandes acontecimientos de la humanidad, como sus célebres historias bíblicas, o sucesos mucho más domésticos y americanos en la sociedad de dicho país de principios del siglo XX; antiguos o modernos, eran acontecimientos éstos universales.

“Old Wives For New” (1918) es uno de esos filmes de Herr DeMille en el cual se refleja la tensión entre lo viejo y lo nuevo, en este caso, ciudadanos conservadores y anticuados que intentan adaptarse a la sociedad moderna, la cual está cambiando de forma acelerada viejos valores y costumbres.
El filme narra la historia de Herr Charles Murdock ( Herr Elliott Dexter ), un rico hombre de negocios americano que lleva una vida muy triste que intentará cambiar pues aunque parezca que lo posee todo ( dinero, poder ) le falta el amor.
El susodicho vive bajo el mismo y lujoso techo con su esposa, una despreocupada mujer que desatiende sus obligaciones y deberes matrimoniales, además de dos jóvenes hijos a los cuales no les interesa demasiado los problemas de sus padres, esto es, estamos ante un clásico y típico matrimonio, fuese éste de principios del siglo pasado como de comienzos de éste nuevo.

Herr Murdock decide tomarse unas vacaciones para así no ver a su esposa durante un tiempo y aprovecha para irse de caza con su hijo; nuestro protagonista conocerá de forma accidental y con la ayuda de un pobre oso que resultará abatido en ese fortuito encuentro, a una joven de la cual quedará prendado.
Cuando parecía que la felicidad y la esperanza brillaba de nuevo en la vida de Herr Murdock, desafortunadamente el sueño se rompe cuando Frau Juliet ( Frau Florence Vidor ) descubre que su admirador es un hombre casado.

“Old Wives For New” es uno de esos célebres filmes de Herr DeMille en los cuales el director americano reflejaba a la alta sociedad americana y sus complicados problemas domésticos, filmes que poseían una ligera y sibilina crítica acerca de la novedades de ciertos hábitos sociales, incluyendo además un sarcástico sentido del humor, una muy buena combinación para mostrar la clásica guerra de sexos además del eterno desencuentro entre diferentes generaciones.

El aspecto más interesante de éste filme es su modernidad, una obra contemporánea realizada en el año silente de 1918 y que es perfectamente válida hoy en día, una clara evidencia de que el matrimonio ha sido uno de los peores inventos del hombre…

Los problemas que llevan a la pareja protagonista del filme a su particular crisis matrimonial son la monotonía y la falta de ilusión que la convivencia diaria va provocando a medida que pasa el tiempo, problemas éstos que ya tuvo en su día Adán con Eva en el Paraíso, aunque el primero se evitó la tentación del adulterio…
El puritanismo está presente en la vida de las dos protagonistas femeninas del filme, esto es, la anticuada esposa de Herr Murdock y la independiente y moderna mujer del nuevo siglo XX, Frau Juliet.
Herr DeMille contrasta hábilmente esas diferentes formas de afrontar la vida, la colisión entre la vieja y la nueva sociedad, y así, al final del filme, ambos personajes se aprovechen de esas nuevas posibilidades que la sociedad moderna les ofrece, esto es, el divorcio, y poder finalmente llevar ambas una vida feliz con el hombre que realmente quieren.

Y ahora si me lo permiten, les tengo que dejar momentáneamente, pues este conde germánico tiene que intentar ser todo un aristócrata moderno con sólidas y anticuadas costumbres.

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien

Samstag, Oktober 03, 2009

"Fine Manners" (1926) By Richard Rosson


Aristocrats have good reason to be extravagant, bizarre, and nonchalant; namely, to keep the coarse people away from the upper echelon. Thus it is necessary for aristocrats to cultivate strange or fine manners, the like of which won’t be used or understood by the lower classes. This discourages them from meddling in the lives of their betters.

But sometimes there is an exception, strange cases where that exclusive and private aristocratic line is crossed and the secret key to achieve such a privilege is that terrible and dangerous weapon used for years by ordinary people: love… That primitive and irrational human feeling defies logic or countermeasure so it is useless to draw on such traditional defences as strengthening the Schloss walls with extra watchmen or putting more crocodiles in the moat.

And that’s what happens in the film “Fine Manners”, an oeuvre directed by Herr Richard Rosson in the silent year of 1926, a romantic comedy starring the great silent star Frau Gloria Swanson as the madcap Orchid and the impassive Eugene O’Brien as the rich and bored Brian.

The film depicts what happens when a rich boy accidentally meets a crude girl on New Year’s Eve. It’s a small comedy but entertaining and full of class war stories. For example, the rich boy who usually attends exclusive and normal events as balls or soirées must cope with the crude girl who likes very much going to strange places such as the fair in order to watch the educated fleas. These are certainly two very different ways of having a good time.

Interesting and different surroundings can be seen in the film, from the Amerikan soirees and exclusive apartments of the bored upper class classes to the common life of the city. The film gives a remarkable contrast of the two ways of life.

Obviously the enormous differences between classes and their completely different behaviour must be adjusted, so Frau Orchid with the help of her particular Pygmalion, Aunt Agatha ( Frau Helen Dunbar ) will learn fine manners in order to fit in to her fiance’s world. Finally, such complicated task will succeed but the boy will not like the final results because his girl is now a perfect and stiff aristocratic Frau and has lost her peculiar spontaneity and freshness, so he finally prefers that the madcap he met before come back.

There is an interesting parallel in the film; the controlled behaviour of the fairground educated fleas is against their animal nature; the same thing happens to Frau Orchid who suffers enormously because of her new fine manners. At the first chance the fleas will escape such unnatural control looking for a comfortable dog to live with and Frau Orchid will do the same, recovering her crude manners with the acquiescence of her fiancée.

Naturally, the film gives Frau Swanson an excuse to display gorgeous gowns on the screen ( her favourite pastime ) and of course there are those well-known and well illuminated and classic beautiful close-ups of her.
Frau Swanson shines in the film, not surprising having in mind the many lights that were needed for those entire close ups. This is quite different from Herr O’Brien, bored and unmoved. It seems to this German count that he doesn’t act but just portrays himself.

The film also has a peculiar and curious moving camera that emphasizes and gives rhythm to the film; expertly directed by Herr Rosson, this is an effective though minor silent picture.

And now, if you'll allow me, I must temporarily take my leave because this German Count must educate a bad mannered Teutonic fräulein.

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien

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La razón por la cual los aristócratas mantienen esos extravagantes comportamientos, acompañadas de extrañas modales e impasibles actitudes, se debe a que, gracias a esas cuidados, extraños y raros modales, la gente ordinaria, al no entender tan peculiares comportamientos y desde luego no emplearlos jamás en sus vulgares vidas, se consigue de esa forma, mantener a las clases populares bien alejadas de las clases altas.

Pero a veces hay excepciones, extraños casos en donde la exclusiva y privada línea aristocrática es traspasada por la gente ordinaria gracias a un arma secreta que éstos poseen y así conseguir tan gran privilegio, una terrible y peligrosísima arma que llevan empleando la gente común desde hace muchos años: el amor… ese primitivo e irracional sentimiento humano que desafía a la lógica aristocrática, por lo cual resulta inútil tomar medidas tradicionales y de defensa en el Schloss, tales como reforzar la vigilancia en las almenas o echar más cocodrilos en el foso.

Y eso es precisamente lo que acontece en el filme “Fine Manners”, una obra dirigida por Herr Richard Rosson en el año silente de 1926, una comedia romántica protagonizada por la gran estrella silente Frau Gloria Swanson en el papel de la alocada y ordinaria Orchid, acompañada ésta por el impasible Herr Eugene O’Brien como el aburrido y rico Brian.

El filme narra lo que suele acontecer cuando un jovenzuelo rico conoce de forma accidental a una chica ordinaria durante la nochevieja; el filme es una pequeña comedia muy entretenida, repleta de esas clásicas guerras de clases, esto es, el típico joven rico que habitualmente acude a exclusivos eventos como bailes o soirées y que por culpa del amor, tendrá que soportar a una joven ordinaria que prefiere mucho más acudir a extraños lugares como los parques de atracciones en donde se pueden ver espectáculos como las pulgas amaestradas…, desde luego son dos formas muy diferentes de cómo algunos entienden lo puede ser una fantástica velada.

Interesantes y muy diferentes escenarios se puede ver en el filme, desde las soirées y los exclusivos apartamentos de la aburrida burguesía americana, hasta la ordinaria vida en la gran ciudad, grandes contrastes y muy diferentes formas de vida que el filme muestra hábilmente.

Obviamente y debido a las enormes diferencias de clases y los diferentes comportamientos que hay entre los dos protagonistas, en el caso de Frau Orchid, ésta, con la inestimable ayuda de la tía Agatha ( Frau Helen Dunbar ), que será su particular Pygmalión, intentará ésta pulir su comportamiento, enseñándole buenos modales para de ésta forma poder encajar en el exclusivo mundo de su novio; finalmente, tan complicada tarea es resuelta con éxito pero al joven no le agradará demasiado los resultados finales pues su novia se ha vuelto ahora toda una auténtica y estirada joven burguesa, perdiendo su particular espontaneidad y frescura de antaño, prefiriendo finalmente, el joven burgués, recuperar a la alocada joven que había conocido originalmente.

Hay un interesante paralelismo en el filme; el domesticado comportamiento que se puede apreciar en las pulgas amaestradas del parque de atracciones, está en contra de su naturaleza animal, lo mismo que le ocurre a Frau Orchid, la cual sufre enormemente con sus nuevos buenos modales, por dicho motivo y a la primera ocasión, las pulgas escaparán de tan antinatural control en busca de un cómodo perro en el cual vivir, lo mismo que Frau Orchid, que recuperará su intrínseca mala educación con la aquiescencia de su fiancée.

Lógicamente, la trama del filme es uns excusa perfecta para Frau Swanson para lucir magníficos vestidos en la gran pantalla silente ( su pasatiempo favorito ) además de poder mostrar igualmente en el filme, sus bien conocidos y bien iluminados bellos primeros planos tan clásicos de la actriz americana.
Frau Swanson brilla especialmente en el filme, algo por otra parte nada raro si se tiene en cuenta la gran cantidad de luz que se necesitó en esos mencionados y numerosos primeros planos…, nada que ver con Herr O’Brien, impasible y aburrido, teniendo la sensación éste conde germánico de que el actor no estaba actuando si no interpretándose a sí mismo.

En el filme también se puede apreciar una peculiar y curiosa cámara que resalta y da ritmo durante numerosas escenas de la obra, muy bien dirigidas éstas por Herr Rosson, en lo que es para éste Herr Graf, un pequeño e igualmente apreciable filme silente.

Y ahora si me lo permiten, les tengo que dejar momentáneamente, pues este conde germánico tiene que educar a una maleducada fräulein teutónica.

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien

Donnerstag, Oktober 01, 2009

Iniciativas Melenudas Silentes De Outono

Despois de, afortunadamente..., ter pasado as calores e a desidia cultural do verán e coincidindo co comezo dos primeiros fríos do outono, hai mesmo iniciativas melenudas que deben ser salientadas por éste conde xermánico, por ter éstas moito xeito e continuar coas tradicións silentes dos seus antergos.

O domingo é o día por antonomasia do cinema silente ( pra algúns mesmo é o día do Herr, pero iso xa é outro cantar gregoriano, mesmo pra un aristócrata luterano... ), o día da semana no que no teatro do Schloss se celebra a grande festa do cinema silente, mentras se toma un cocktail ou dous durante a proxección do filme en cuestión, o mesmo que acontecía nalgúns teatros de algures noutrora, moito máis modestos e sen a mesma decoración rococó do Schloss, natürlich!, ainda que coa mesma funcionalidade de difundir a inexistente palabra silente.

O “Bar Ultramarinos” ven de rescatar esa grande tradición silente de ollar filmes durante a xornada dominical pra as clases populares, unha grande iniciativa na que as xente ordinaria poderá entón ter outra alternativa pra as tediosas tardes dese día da semana, mentras poden degustar mesmo, non un elegante cocktail, natürlich!, senón algo máis acaído á condición proletaria coma é un chocolate con churros...

Os filmes a exhibir durante o mes de Outubro son catro grandes clásicos, "The General" (1926) de Herr Bruckman & Keaton, "Metropolis" (1927) de Herr Lang, "Nosferatu" (1922) de Herr Murnau e "City Lights" (1931) de Herr Chaplin, que os mais mozos poderán descobrer e disfrutar por primeira vez grazas a éstes melenudos que non pensan só en futbol ou en revolucións bolcheviques...

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien