Dienstag, März 04, 2008

"Wilhelm Tell" (1923) By Rudolf Dworsky & Rudolf Walter-Fein


Last night in the aristocratic theatre was shown an obscure ( there is not a lot of information about this silent film outside the thick Schloss walls ) German film in which is depicted the well-known legend of a Swiss hero whose name was Herr Wilhelm Tell. The legend says that he was a very skilful marksman who successfully shot an apple ( thanks Gott it wasn’t a grape… ) from his son’s head, a difficult task ordered by a local tyrant who forced Herr Tell to do it in exchange for his freedom and by extension the liberation of his countrymen.

In spite of the well-known and compelling story, the joint direction by Herr Rudolf Dworsky und Rudolf Walter-Fein, is primitive and schematic.

Both Rudolfs don't make good use of the story which in other hands would be interesting; you know, oppression, injustice and all those kind of things that usually the coarse people are raving about. They misuse those ancient facts about peasants dominated by the Kaiser and in need of a hero to set them free.

Instead, both directors adopt a solemn expression ( not just in academic terms but in theatrical mannerisms ) but in many ways its artistic intentions fall far short. For example, in art direction, the film is an exaltation of papier mâché ( fortunately the indoor settings are overshadowed by some outdoor nature scenes) and the cast overacts, even Herr Conrad Veidt who had achieved great success by this point. it is unbelievable that the supposedly most thrilling scene of the film, when Herr Tell shoots an apple off the head of his son, is practically thrown away, providing evidence of the weak imagination and clumsy use of the camera by both directors of the film.

And last but not least, unfortunately Herr Guido Seeber 's cinematography couldn't impress this German count due to the blurry copy of the film ( well, this is a well-known custom in every Schloss film premiere ) which was rescued from the Schloss cellar film archives….

And now, if you'll allow me, I must temporarily take my leave because this German Count must go to tell off Herr Tell.

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien

-/-

La pasada noche, en el aristocrático teatro del Schloss, se proyectó un oscuro ( no hay demasiada información acerca de ésta obra silente más allá de los gruesos muros del Schloss ) filme silente germánico en el cual se narra la más que conocida historia acerca de un héroe suizo que respondía al nombre de Herr Guillermo Tell; en dicha leyenda se cuenta que el susodicho fue un hábil arquero el cual salió de forma airosa al disparar su arco sobre una manzana ( gracias a Gott no se trataba de una uva… ) ubicada en la cabeza de su hijo, una complicada tarea ésta ordenada por un tirano local que forzó a Herr Tell a afinar su puntería para conseguir a cambio su libertad y por extensión la liberación de sus paisanos.

A pesar de tan atractiva y conocida historia, la dirección al alimón de Herr Rudolf Dworsky y Rudolf Walter-Fein, resulta ser demasiado primitiva y esquemática.

Ambos Rodolfos no emplean de forma adecuada una historia que en otras manos tendrían resultados ciertamente diferentes, esto es, una historia repleta de opresión, injusticias y todos esos asuntos que tanto interesan habitualmente a la gente ordinaria, desaprovechando esos hechos de antaño sobre campesinos oprimidos por el Kaiser y la imperiosa necesidad de encontrar un héroe que los libere.

En cambio, ambos directores adoptan una expresión solemne ( y no precisamente en términos artísticos si no en manierismos teatrales ) cuyas intenciones artísticas son fallidas, como pueda ser por ejemplo en la dirección artística del filme, toda una exaltación al cartón piedra ( afortunadamente los decorados de interiores son compensados con interesantes escenarios naturales exteriores ) o unos intérpretes sobreactuados, incluyendo incluso a Herr Conrad Veidt, todo un actor reconocido por entonces, sin olvidarse del increíble hecho de que la principal escena del filme, cuando Herr Tell dispara a la manzana que reposa en la cabeza de su hijo, escena que supuestamente debía ser la más emocionante de la obra, prácticamente ni se intuye, una prueba más que evidente de la escasa imaginación artística y el torpe uso de la cámara por los dos directores del filme.

Finalmente, ni siquiera la fotografía de Herr Guido Seeber ha podido ser apreciada por éste conde germánico, debido a la borrosa copia rescatada de los archivos cinematográficos sitos en los sótanos del Schloss, aunque la verdad, esa sea una costumbre habitual en cada estreno del Schloss, ciertamente…

Y ahora si me lo permiten les tengo que dejar momentáneamente, pues este Conde germánico tiene que vituperar a Herr Tell.

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien

2 Kommentare:

Tomás hat gesagt…

Qué preciadas sus intervenciones en clásico y autor! Saludos Herr Graf Ferdinand Von Galitzien

Ferdinand Von Galitzien hat gesagt…

¡Ah, como aprecia éste su Herr Von esas sus palabras melenudas de ánimo acerca de las peroratas silentes periódicamente publicadas por éste ocioso aristócrata teutón!... por cierto, sale usted bastante desmejorado en esa su fotografía adjunta...

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien