Freitag, Mai 22, 2009

"Bronenosets Potyomkin" (1925) By Sergei M. Eisenstein


Sometime ago, Russia was a safe place for aristocrats but at the beginning of the last century things went from bad to worse and the aristocracy had to leave their country and go to more secure and warm places in order to maintain their integrity ( physical and economic ).

This German count remembers pretty well travelling to the city of Odessa during those times exactly when things were changing. Herr Graf personally witnessed how rude the Russian navy sailors can be if they are forced to eat rotten food ( they should have considered themselves lucky in comparison to this German count’s servants who are nourished only on bread and water ) or how complicated it is to sail aboard an aristocratic yacht in the Russian seas because they are full of dangerous battleships , not to mention trying to walk about the Odessa streets, crowded with people who must be moved out of the way by the Tsarist soldiers in order to put order in those streets.

Times have changes since then, certainly, but there is something that it is intact, that maintains the same spirit in Odessa: the magnificent, the masterful, the great and superb film direction of Herr Sergei M. Eisenstein in “Bronenosets Potyomkin”.

It is not necessary to say to much about this unique silent film masterpiece, a film than any longhaired youngster who wants to be irremediably captured by the power and fascination of silent films must-see ( and their elders revisit) because this oeuvre is a stunning film exercise . It’s inventive film narrative is full of symbolism, metaphors, beautiful and suggestive shots, excellent montage and at the same time it revolutionary and lyrical. Of course, one must not overlook the Odessa stairs scene, one of the most famous and fundamental sequences in the history of cinema and one that can still make audiences gasp for breath ( not a complicated matter for this German count due to his asthma… ).

The film virtues of “Bronenosets Potyomkin” can be appreciated even more today thanks to a restored and uncensored version ( censorship was a constant tragedy during Herr Eisenstein career… ) of the film that the German-frenchified TV. Channel “ARTE” recently showed. This includes an introduction written by Herr Trotsky ( obviously eliminated afterwards ) in addition to some other shots that were cut.

And now, if you'll allow me, I must temporarily take my leave because this German Count must take by storm the Winter Palace.

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien
-/-

Hace cierto tiempo, Rusia era un lugar seguro para los aristócratas, pero durante los primeros años del siglo pasado, las cosas fueron de mal en peor, teniendo que abandonar la aristocracia su país por otros destinos mucho más seguros y cálidos, para de esta forma poder continuar manteniendo su integridad, tanto física como económica.

Este conde germánico recuerda muy bien una viaje a la ciudad de Odessa durante esa época en la cual estaban cambiando tanto las cosas; éste Herr Graf fue testigo de lo insolentes que pueden llegar a ser los marineros de la armada rusa cuando éstos son forzados a comer carne en mal estado ( deberían considerarse más que afortunados en comparación con los alimentos, pan y agua, que recibe el servicio doméstico de éste conde germánico… ) o lo complicado que resulta navegar en un yate aristocrático por las procelosas aguas rusas debido a que éstas están repletas de acorazados amenazantes, sin olvidarse igualmente de lo dificultoso que resulta dar un paseo por las calles de Odessa al estar éstas atestadas éstas de gente, teniendo que ser desalojada la muchedumbre por los soldados zaristas para así poner un poco de orden en dichas calles.

Los tiempos han cambiado desde entonces, ciertamente, pero todavía hay algo que permanece intacto, que sigue manteniendo el mismo espíritu en Odessa y es la magnificencia, la maestría, la gran y excelente dirección de Herr Sergei M. Eisenstein en su filme “Bronenosets Potyomkin”.

No es necesario decir mucho más acerca de ésta excepcional obra maestra, un filme que cualquier melenudo debe conocer ( y sus mayores revisitar ) si quieren verse atrapados por la fuerza y la fascinación del cinema silente, pues esta obra continúa siendo todo un sorprendente ejercicio fílmico: un ingenioso lenguaje cinematográfico repleto de simbolismos, de metáforas visuales y bellos y sugestivos planos, además de un excelente montaje al mismo tiempo revolucionario y lírico, un filme que además incluye una de las más famosas e indispensables escenas de la historia del cinematógrafo, la que transcurre en la escalinata de Odessa, una secuencia que sigue dejando sin respiración al público actual, un hecho nada raro para éste conde germánico debido a su asma…

Las grandes virtudes cinematográficas de “Bronenosets Potyomkin” se pueden apreciar incluso mucho más actualmente gracias a una versión restaurada y no censurada ( la censura fue una tragedia constante durante toda la carrera de Herr Eisenstein… ) que el canal germánico-afrancesado “ARTE” ha emitido recientemente, al incluir dicha versión una introducción escrita por Herr Trotsky ( eliminada, obviamente, con posterioridad ) además de la inclusión de algunos planos que fueron eliminados de otras versiones.

Y ahora si me lo permiten, les tengo que dejar momentáneamente, pues este conde germánico tiene que asaltar el Palacio de Invierno.

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien

8 Kommentare:

Miguel R. Fervenza hat gesagt…

Non lle sabía eu desta versión restaurada, haberá que estar atentos pois aos antros melenudos para aproveitar a escusa para revisitala.

Melenudos saúdos

PD: Temos algo pendente, pero estame a custar máis do habitual darlle xeito ao choio, a ver se para a próxima reunificación das repúblicas soviéticas...

Ferdinand Von Galitzien hat gesagt…

Mein lieber Herr Holm:

Coma moi ben suliña Herr Rich Wagner no grupo de novas silentes en idioma da pérfida Albión e denominado "alt.movies.silent", máis ca unha versión restaurada, estamos ante unha versión que mantén a velocidade xusta e recomendábel pra poder disfrutar deste grande obra mestra do cinema silente ( sen esquecer igualmente, ca ésta versión emitida pola canle xermano-afrancesada, contén planos suxerentes e inéditos doutras versións ), unha cuestión certamente salientábel, pois mesmo éste Herr Graf posúe nos seus arquivos silentes unha cópia do filme de Herr Eisenstein cunha duración de cáseque... dúas horas!!!!... dende logo é a versión perfecta pra un aristócrata que se precie, pois a temida Revolución tarda moito en chegar...

Encol dos "negócios pendentes", non se preocupe vostede, éste Herr Von está afeito ós despropósitos da mocidade d'hoxendía.


Herr Graf Ferdinand Von Galitzien

Histeriahistrionica hat gesagt…

Estimado, herr Conde:
Si esta melenuda impertinente (con décimo en mano) hubiese jugado a la lotería, no le quepa duda herr, que hubiese acertado de pleno. Claro, que esta revolucionaria nunca apostaría porque su caudal económico, como proleteria explotada, no llega ni para pan y agua (¡mucho menos para pipas, mon dieu!).
Pobre (aunque no de solemnidad) y a dieta, va a tener que dedicarse a la economía de autosubsitencia, como autosuficiente melenuda, en alguna parcelita que pudiera arrendarme el Señor Conde.

Gracias, sinceras, por recuperar la expresión y el lirismo poético de unas imágenes sobrecogedoras en la escalinata Potemkin. Escaleras que son el exponente del gusto afrancesado de una ciudad muy europeísta y mediterránea ella. ¿No se ha llevado el inhalador, herr Ferdinand, para subir y bajar escaleras tan ilustres? Debe cuidarse que usted ya no está para muchos trotes (¡cochineros, cómo no!).
Y usted, herr Ferdinand, ¿a quién pretende engañar? Todos los melenudos sabemos, que bajo esa apariencia aristocrática y silenciosa, parece esconderse un revolucionario bolchevique ¿o, quizá, menchevique?
He descubierto su tapadera (¿se le ha caído la tapa de la cabeza?)... la antigua K.G.B ha revelado sus últimos clasificados y me ha parecido reconocerlo en algún material fotográfico de la época (su bigotillo es muy reconocible). Aha... sus sesiones dominicales, por muy teatrales y cinéfilas que sean, ocultan lo que podríamos calificar de activismo político solapado... ya que sus domingos ociosos parececen no ser otra cosa que domingos ensangrentados por no decir muy sangrientos.
No me diga que no era usted, herr Conde, uno de aquellos campesinos y proleterios que asaltaron el palacio del Zar en 1905 (¡con puño alzado, cómo no!). Confiese que después de aquellos hechos trágicos, herr Conde, contrajo matrimonio de conveniencia con aquella encarecida heredera de los Von Galitzien de toda la vida y así progresó en la escalera social (no la Potemkin, claro está).
Ellos, inocentes reivindicantes, sólo querían mejoras económicas y laborales... y se encontraron con la hoz en forma de guadaña mortal.

Y... ¿qué me dice usted de la cruel censura perpetrada por los enemigos de la patria sobre herr Trotsky? ¡menos mal que nos quedan melenudos restauradores y aristócratas de tapadillo como usted, herr Ferdinand!!
Esther.

Histeriahistrionica hat gesagt…

Estimado Señor Conde,
Esta melenuda ha sido visistada por una de esas maledicentes dudas, que la asaltan en cuanto se descuida y le ha susurrado al oído (en una lengua muy viperina) que quizá el Señor Ferdinand, se ha quedado traspuesto después de la opípara comida dominical y ha decidido ignorar u obviar a esta controvertida e impertinente.
No se preocupe si ha sido así, Herr Graf, pues, ante tan imperdonable olvido, esta alegre comensal ha decidido beberse una botellita de Porto a su salud y, finalmente, ha clausurado la sobremesa del domingo rompiendo las pocas copas que le quedaban de un viaje que realizó a Bohemia (robadas, todas ellas, con nocturnidad y alevosía en el enredo de un pequeño hotelito con encanto llamado "la viuda alegre").
¡A su salud, herr ferdinand!!

troncha hat gesagt…

Cuanto tiempo herr conde, sin escribirle, qeu no sin vpasar por aquí, precisamente el otro día estuve viendo "Tragedia submarina" (Men without women) de J.Ford y me recordó en algunos aspectos a esta de Eisenstein, por supusto salvando las distancias.

Saludos...

Stephany hat gesagt…

This film truly is a masterpiece and one of Eisenstein's best films. Perhaps maybe even THE best! I am actually surprised that you haven't posted about this wonderful film earlier, but if you did, then maybe I wouldn't have been able to have read this entry and that would have made me sad.

Also, I posted a very, VERY long entry on Geheimnisse einer Seele at my blog, so if you ever have time, do take a look!

Ferdinand Von Galitzien hat gesagt…

Mein liebe Dame Stephany: If a silent film of your interest doesn't appear in this Herr Graf's modern silent diary, that doesn't mean that this German aristocrat, due to his old age, hasn't seen any of those silent nitrates; from time to time, this Herr Graf likes to watch again those old movies in order to remember those ancient times besides to check up if the pass of time has damaged them, a terrible fact, certainly, that fortunately hasn't happened with "Bronenosets Potyomkin".

This Herr Von liked very much your great and illustrative comments about "Geheimnisse einer Seele", it is always a pleasure to read your didactic and elucidated silent review.

¡Ah, mein lieber Herr Troncha!... o el atrevimiento de los jóvenes melenudos!... desde luego el suyo ha sido máximo, al apreciar ciertas semejanzas entre el revolucionario filme de Herr Eisenstein y "Men Without Women" de Herr Ford, ese director piel roja por el cual usted siente predilección y menciona a la mínima ocasión para intentar convertir a éste aristócrata teutón a su causa silente... en fín, habrá entonces que ver ese filme de Herr Ford para ver si finalmente se le envía a su domicilio a dos persuasivos germanos de más de dos metros para hacerle entrar a usted en razón.

Felicítale a usted, mein liebe Dame Esther, éste su Herr Von por sus aciertos con los acertijos silentes de éste su aristócrata teutón, un don el suyo, el de los juegos de azares, que no le vendrían mal a éste su Herr Graf, pues últimamente no tiene mucha suerte en la ruleta ( afortunadamente no la rusa, por mucho aprecio que uno sienta por el filme de Herr Eisenstein, pero una cosa son las veleidades artísticas y otras muy distintas las bárbaras costumbres de ocio en dicho país... ) así que cualquier día recibe usted una invitación para acompañar a éste su Herr Graf al casino de Montecarlo para que allí se juegue usted alegremente e inconscientemente ( dos grandes virtudes éstas muy apreciadas por éste Herr Graf en sus ricas herederas teutonas... ) su míseros bienes y gracias a su anteriormente mencionada buena mano, finalmente éste aristócrata teutón recoja los/sus beneficios.

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien

Histeriahistrionica hat gesagt…

Ahhh... mi queridíiiiisimo herr Conde!
No se creerá usted, ni en sus peores pesadillas, que podría beneficiarse de mi excelente mano en los azarosos juegos de la vida, en alguno de esos lugares (casi-no)en los cuales, su inconsciencia desatada (llevado por su ánimo de lucro e incontinencia verbal)que le provoca perder incalculables sumas (porque usted siempre pierde)de capital económico y humano, ríase usted herr Graf, de K. Marx, si puede.
Pues sepa usted, herr Conde, que en un accidentado viaje y no de azar, esta melenuda visitó la Costa Azul, en un velero bergantín, y muy cerquita de St. Tropez reconoció, in situ, alguna de las mansiones más horteras y onerosas que usted jamás pudiera imaginar. (Para ponerle verde de envidia)
Esto se produjo, claro, en compañía de un comité de valoración de actividades sospechosas realizadas por unos enemigos de la patria (¡Rusa, cómo no!)ya que estos farsantes, cómicos y dilapidadores, pertenecían a una asociación (mafia) de dudosa procedencia.
Visitando el festival de Cannes, que celebraba su veinticincuegesisíiiisima edición pude conocer (no bíblicamente, por supuesto) a un decadente actor silente de fama mundial y, como es lógico, no dijo ni "mu". Por no mencionar mi estelar aparición (para sortear las curvas de sus accesos) en Montecarlo, pilotando con suma gracia, una pequeña avioneta de la época para no levantar las sospechas del malogrado, principe Rainiero.
Así que, Herr Conde, aquellas ganancias que llovieron de un cielo muy azul (por su costa, claro está) se utilizaron para el desarrollo de la patria y se destinaron a una granja comunitaria en la antigua U.R.S.S. Aunque debo confesar, Conde, que parte del botín obtenido se lo quedó un grumete coruñés, (pirata con pata de palo) y aún se encuentra en los sótanos de un local de la tierra de Breogán llamado "La Postrimería". Dígame sino como pueden tener colgados en las paredes de sus toilletes de diseño autenticos Miró (no reproducciones de escaneo).
Así que, si busca guía (pagando religiosamente, claro) no dude en contratar mis servicios como buena conocedora del lugar ya que siempre guardo un ás (de oros) en la manga ancha que siempre llevo.