Mittwoch, August 03, 2011

"The White Shadow" (1923) Has Been Found!



Herr Graham Cutts' "The White Shadow" (1923) has been discovered in New Zealand ( well, more precisely and unfortunately only a part of it... ), a lost film in which Herr Alfred Hitchcock did a lot of extra work, namely, assistant director, art director, dialogue writer and editor.


Great silent summertime news, Ja Wohl!!... These things unfortunately just happen from time to time.. anyway, this Herr Graf think that this is undoubtedly one of the most important summertime silent discoveries since decades because this German count love and appreciates very much to watch such politically incorrect nitrates in where old ladies smoke without remorse!!... Ah, those old silent nicotine times!!!.

For more detailed information click here.


Herr Graf Ferdinand Von Galitzien





4 Kommentare:

Miguel Marías hat gesagt…

Lo siento, caro conde, mas no encuentro razón para tanto alborozo - más allá de que toda recuperación de un film mudo sea celebrable - por el hallazgo de un film de Graham Cutts, que no de Hitchcock - como algunos medios han fingido, pues da mejores titulares -, sobre todo teniendo en cuenta que por entonces Hitch no había dirigido nada todavía y que tardaría algunos años en ser un cineasta interesante, y bastantes más en alcanzar su ulterior grandeza. Lo que haya de Hitchcock en ese fragmento de "The White Shadow" se me antoja que no pueda ser detectable, aunque sin duda habrá quien le atribuya a él cualquier mérito del poco conocido y nada recordado Cutts.
Miguel Marías

Ferdinand Von Galitzien hat gesagt…

Y dice usted bien, Mein Lieber Herr Marías... la noticia se ha tergiversado y utilizado en justa desproporción y en consonancia con las exageraciones que tanto gustan los medios de comunicación durante la época veraniega, pues los susodichos difundieron dicha noticia ninguneando la autoría de Herr Cutts y centrando solamente el interés de dicho hallazgo en referencia a la colaboración que Herr Hitchcock tuvo en el mohoso nitrato redescubierto y que, como usted apunta, algunos intentarán ver en el mismo espejismos e influencias en donde ciertamente no hay nada más que meras apariencias... en fín, éste Herr Graf siempre gusta celebrar el que cualquier mohoso nitrato de sus antepasados haya sobrevivido a las inclemencias del tiempo ( todo un milagro, ciertamente... ) de ahí que la noticia sea especialmente gozosa, a pesar de cierta manipulación informativa, para todos los amantes del cinema silente.

Anonym hat gesagt…

La noticia buena es que se haya conseguido identificar una película que, en principio, no despierta mucho interés: no creo que esté en las listas de ninguna filmoteca de gemas (ni siquiera de obras interesantes o de curiosidades) a descubrir entre sus fondos de restos de obras anónimas. Que yo sepa, las filmotecas guardan en sus depósitos una gran cantidad de pedazos de rollos de películas mudas sin identificar. Me descubro ante la meritoria y sufrida tarea (al margen de la restauración y conservación) de visionar esos restos, tratar de comprender la historia que cuentan, anotarlas y cotejarlas con los argumentos que se conservan (y con las descripciones de las hechas por otras filmotecas de sus fragmentos).
La noticia mala (ojalá suponga yo demasiado y felizmente me equivoque) es que, si son capaces de reconocer una obra sin ninguna fama, quiere decir que hubiesen detectado antes alguna gran obra perdida; luego en esa colección (y deduzco que en las de las grandes filmotecas) no deben haber restos de los Murnau, Sjöström o Ford que nos faltan.
Rodrigo Dueñas

Miguel Marías hat gesagt…

Hace mucho que intenté publicar un texto en el que propugnaba aprovechar lo que quedase de memoria en ancianos cinéfilos jubilados para que tratasen de identificar incluso películas enteras mudas que se conservan o adquieren, de una forma u otra. Aparte del creciente riesgo de daños irreparables por el mero paso del tiempo, casi todos los hallazgos no son "resurrecciones milagrosas" sino identificaciones tardías de algo mal etiquetado o sin títulos de crédito (que, como los rótulos, se almacenaban aparte). Mi ingenua idea era que dentro de nada no quedaria nadie capaz de identificar actores mudos no célebres, a partir de los cuales cabía aproximarse a la identificación de las películas. Pero no gustó nada la sugerencia, por lo visto.