“Odinnadtsatyy” (
The Eleventh Year ) was directed by the documentary maker and film theorist
Herr Dziga Vertov in the silent year of 1928 in order to commemorate, not the
tenth but the eleventh anniversary of the October revolution ( Germans
also very much like to celebrate Oktober
but in a very different kind of way… ).
In Herr Vertov’s
oeuvre there is a special fondness for showing the hard labor of his countrymen
in industrial production to strengthen the U.S.S.R. economy and turning their
country into a world power. The 11tth anniversary of the Bolshevik revolution
was a perfect excuse for Herr Vertov to put in images his artistic recurring
allegories and national patriotism.
So consequently
in “Odinnadtsatyy” there are a lot of pistons, cylinders and machines that
rattle, clatter and whirl, composing a hypnotic industrial symphony that forms
part of the score of the construction and modernization of a powerful U.S.R.R..
In some ways this is very repetitive and certainly monotonous as is hard
industrial work in real life (At least according to what this Herr Von has
heard since German counts really know nothing about such a subject…). Workers are the main actors of the film and
we see them laboring in power stations, cooperatives or mines in the Ukraine,
all under the inspiring influence of Herr Lenin who is shown in one shot. Man and machine work together in a fruitful
collaboration.
“Oddinnadtsatyy”
is full of Herr Vertov’s characteristic artistic style and brilliant editing,
all in the service of shameless propaganda which has the sole purpose of
lifting the nationalism of the Soviet people, a goal that certainly is achieved
for supporters and followers of the Bolshevik cause, ja wohl!.
And now, if
you'll allow me, I must temporarily take my leave because this German Count
must celebrate the 100th anniversary of one of his Teutonic and rich heiresses.
Herr Graf
Ferdinand Von Galitzien
-/-
El
filme “Odinnadtsatyy” fue dirigido por el documentalista y teórico del
cinematógrafo Herr Dziga Vertov, en el año silente de 1928 para conmemorar, no
el décimo, si no, el undécimo aniversario de la revolución de octubre ( a los
germánicos también les gusta mucho celebrar el mes de Oktober, pero de una
manera ciertamente bien distinta… ).
En
los filmes de Herr Vertov se puede apreciar una cierta querencia por mostrar
los grandes esfuerzos laborales que tienen que llevar a cabo sus compatriotas,
para así poder conseguir los mejores resultados en producción industrial para
la economía de la U.R.S.S. y de ésta forma construir todos una nueva e
impresionante superpotencia mundial, por ésta razón el undécimo aniversario de
la revolución bolchevique fue una excusa perfecta para que Herr Vertov pudiese
poner en imágenes sus recurrentes alegorías artísticas y encendido patriotismo.
Consecuentemente
en “Odinnadtsatyy” se muestran montones de cilindros, bielas y maquinas que
giran, traquetean y resoplan, componiendo una hipnótica sinfonía industrial,
formando parte ésta de una partitura sobre la construcción y modernización de
una grande U.R.S.S., resultando a veces ciertamente reiterativa y monótona, muy
acorde con cualquier duro trabajo realizado, según le han contado a éste Herr
Von, pues lógicamente los condes germánicos desconocen por completo éste
asunto…
Un
frenético filme industrial en donde los trabajadores son los principales
protagonistas de dicha revolución, realizando duras labores en diferentes
escenarios tales como centrales hidroeléctricas, cooperativas o minas sitas
éstas en Ucrania, todos ellos bajo la inspiradora influencia de Herr Lenin, tal
y como se muestra durante una escena en el filme para que no haya dudas al
respecto, toda una provechosa e interactiva cooperación entre el hombre y la
máquina.
El
filme “Odinnadtsatyy” está repleto del característico estilo artístico de Herr
Vertov, en donde el montaje es parte fundamental en el mismo para el desarrollo
de su narrativa cinematográfica, un especial documento, que no documental,
orgulloso y sin complejos cuyo único propósito es el de levantar los
sentimientos nacionalistas de sus compatriotas, logrando ciertamente dicho
objetivo entre los seguidores de la causa bolchevique, ja wohl!.
Y
ahora si me lo permiten, les tengo que dejar momentáneamente, pues este conde
germánico tiene que celebrar el centenario de una de sus teutónicas y ricas
herederas.
Herr
Graf Ferdinand Von Galitzien