Many times the most exciting trip is right around the corner; you don’t need to go to some distant place as this Herr Graf often does ( of course common people can’t afford it anyway ) or travel to exotic countries to discover and enjoy new landscapes and the different customs and accents of their people. A perfect example can be found in the film “Berlin – Die Sinfonie der Großstadt” (1927) wherein its director, Herr Walter Ruttmann, our avant-garde and eccentric cicerone, takes the audience on a special and experimental trip around the city of Berlin.
It’s certainly very complicated for a conservative German count, accustomed to simple classic film narrative, to describe this film but basically it is a modern, audacious, poetic, suggestive and unique portrait of a city that no longer exists.
It is an historical picture of Weimar Berlin enriched by brilliant editing (that sometimes gives the viewer a sense of vertigo) and dazzling images. The film depicts the daily lives of the citizens of Berlin: young and old, rich and poor, people going about routine jobs in factory or office and the thrilling night life. Trains, machines and architecture are all part of a symphony of frenzied activity orchestrated by Herr Ruttmann in a superb and imaginative homage to the German capital city and its inhabitants.
And now, if you'll allow me, I must temporarily take my leave because this German Count must wander through the empty Berlin Weimar streets.
Herr Graf Ferdinand Von Galitzien
-/-
En numerosas ocasiones el viaje más excitante es el más cercano; no necesitan ustedes desplazarse a lejanos lugares tal y como hace éste Herr Graf ( sobretodo porque no pueden ustedes permitírselo… ) o viajar a exóticos países para así descubrir y disfrutar el placer de contemplar nuevos paisajes o las diferentes costumbres y acentos de sus lugareños y para que quede constancia de ésta categórica aseveración aristocrática, está el filme “Berlin – Die Sinfonie der Großstadt” (1927), en donde su director, Herr Walter Ruttmann, cual excéntrico cicerone, va guiando al público durante un particular y experimental viaje por la ciudad de Berlín.
Para éste conservador conde germánico, acostumbrado a clásicas y sencillas narraciones cinematográficas, le resulta bastante complicado describir este filme incluso después de los numerosos intentos realizados a lo largo de los años, pero a pesar de todo, exclusivos adjetivos surgen de la aristocrática cabeza de éste Herr Graf durante tan especial viaje por la capital germánica, en donde una moderna, audaz y sugerente combinación de consecutivos y cadenciosos planos, reinterpretan un retrato auténtico de una ciudad que ya no existe.
Contemplar la ciudad de Berlín, envuelta en tan innovador documento durante los años 20 de la república de Weimar, produce cierto vértigo, enriqueciendo aún más si cabe el filme, produciendo así Herr Ruttmann, un potente experimento cinematográfico absolutamente moderno y brillante en donde destaca especialmente el montaje de tan peculiar rompecabezas compuesto por sugerentes imágenes, todo un histórico retrato de una ciudad durante el período de entreguerras.
“Berlin – Die Sinfonie der Großstadt” es la vida cotidiana tanto en la fábrica como en la oficina, el anodino día y la excitante noche, la actividad industrial y el ocio, los pobres y los ricos, los jóvenes y los ancianos, los trenes, las máquinas, la arquitectura…, un introspectivo viaje al interior de una fascinante e inexistente ciudad, una sinfonía cinematográfica rítmicamente compuesta por la frenética actividad generada por sus habitantes en sus múltiples formas y que Herr Ruttmann audazmente manipula y moldea a su antojo, creando un excelente y vanguardista homenaje a la capital de Germania.
Y ahora si me lo permiten, les tengo que dejar momentáneamente, pues este conde germánico tiene que deambular por las desérticas calles de Berlín durante los años de la República de Weimar.
Herr Graf Ferdinand Von Galitzien
It’s certainly very complicated for a conservative German count, accustomed to simple classic film narrative, to describe this film but basically it is a modern, audacious, poetic, suggestive and unique portrait of a city that no longer exists.
It is an historical picture of Weimar Berlin enriched by brilliant editing (that sometimes gives the viewer a sense of vertigo) and dazzling images. The film depicts the daily lives of the citizens of Berlin: young and old, rich and poor, people going about routine jobs in factory or office and the thrilling night life. Trains, machines and architecture are all part of a symphony of frenzied activity orchestrated by Herr Ruttmann in a superb and imaginative homage to the German capital city and its inhabitants.
And now, if you'll allow me, I must temporarily take my leave because this German Count must wander through the empty Berlin Weimar streets.
Herr Graf Ferdinand Von Galitzien
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En numerosas ocasiones el viaje más excitante es el más cercano; no necesitan ustedes desplazarse a lejanos lugares tal y como hace éste Herr Graf ( sobretodo porque no pueden ustedes permitírselo… ) o viajar a exóticos países para así descubrir y disfrutar el placer de contemplar nuevos paisajes o las diferentes costumbres y acentos de sus lugareños y para que quede constancia de ésta categórica aseveración aristocrática, está el filme “Berlin – Die Sinfonie der Großstadt” (1927), en donde su director, Herr Walter Ruttmann, cual excéntrico cicerone, va guiando al público durante un particular y experimental viaje por la ciudad de Berlín.
Para éste conservador conde germánico, acostumbrado a clásicas y sencillas narraciones cinematográficas, le resulta bastante complicado describir este filme incluso después de los numerosos intentos realizados a lo largo de los años, pero a pesar de todo, exclusivos adjetivos surgen de la aristocrática cabeza de éste Herr Graf durante tan especial viaje por la capital germánica, en donde una moderna, audaz y sugerente combinación de consecutivos y cadenciosos planos, reinterpretan un retrato auténtico de una ciudad que ya no existe.
Contemplar la ciudad de Berlín, envuelta en tan innovador documento durante los años 20 de la república de Weimar, produce cierto vértigo, enriqueciendo aún más si cabe el filme, produciendo así Herr Ruttmann, un potente experimento cinematográfico absolutamente moderno y brillante en donde destaca especialmente el montaje de tan peculiar rompecabezas compuesto por sugerentes imágenes, todo un histórico retrato de una ciudad durante el período de entreguerras.
“Berlin – Die Sinfonie der Großstadt” es la vida cotidiana tanto en la fábrica como en la oficina, el anodino día y la excitante noche, la actividad industrial y el ocio, los pobres y los ricos, los jóvenes y los ancianos, los trenes, las máquinas, la arquitectura…, un introspectivo viaje al interior de una fascinante e inexistente ciudad, una sinfonía cinematográfica rítmicamente compuesta por la frenética actividad generada por sus habitantes en sus múltiples formas y que Herr Ruttmann audazmente manipula y moldea a su antojo, creando un excelente y vanguardista homenaje a la capital de Germania.
Y ahora si me lo permiten, les tengo que dejar momentáneamente, pues este conde germánico tiene que deambular por las desérticas calles de Berlín durante los años de la República de Weimar.
Herr Graf Ferdinand Von Galitzien
1 Kommentar:
Esta película de Walter Ruttmann y "Un hombre con una cámara" de Dziga Vertov son películas muy parecidas por lo que no entiendo que siendo la de Ruttmann de 1927 y la de Vertov de 1929,es decir,dos años más tarde,sea más popular la de segunda qwue la primera.
He visto las dos recientemente y la única diferencia es que la película alemana es,como dice el título,una sinfonía,con tomas un poco más largas y pausadas y la rusa es mucho más frenética y acelerada con tomas muy breves pero ninguna tiene nada que envidiar a la otra.
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