Herr Enrico Guazzoni was the master of the early
Italian historical epics which had developed from detailed but short vignettes
of Roman imperial ancient time to big budget kolossal films that inspired
directors around the world.
Herr Enrico Guazzoni had a background in painting and
decorating and had been trained at the Institute of Fine Arts in Rome before
becoming a film director. This stood him in good stead as he designed the sets
and costumes in some of his films as well as writing the scripts. The elaborate
reconstruction of ancient Rome and the
authentic details (whether or not the stories are actually true) provided
lavish spectacles that excited early audiences and are a true feast for the
senses even today.
In “Agrippina” (1910), Herr Guazzoni recreates the particular and troublesome relationship between Frau Agrippina, the second wife of the Emperor Claudius, and her son Nero. Such family troubles of course were not confined to Imperial Rome since family feuds were customary in German aristocratic circles as well. However even though mother figures in
“Agrippina” is an early historic drama in wherein Herr Guazzoni’s artistic characteristics and talents are on full display. However, due to its early date, the picture is just a series of dramatized vignettes acted out in a theatrical way. Frau Adele Bianchi Azzarilli brings great authority to her role.
In spite of the primitive film grammar of the time,
“Agrippina” does include some camera movement, medium shots, and smooth
continuity. The outdoor scenes mesh well with the indoor lavish sets and the
film is really remarkable for its day due mostly to the great personal style of
Herr Guazzoni who will certainly improve his technique during the coming years.
And now, if you'll allow me, I must temporarily take
my leave because this German Count must play the lyre with Herr Nero.
Herr Graf Ferdinand Von Galitzien
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Herr
Enrico Guazzoni fue el gran maestro del cine histórico y épico del silente
italiano, ése género cinematográfico que se originó y que evolucionó de forma
prodigiosa durante los albores del cinematógrafo en dicho país europeo, pasando
de ser cuidadas estampas de la antigua Roma Imperial a grandes y fastuosas
superproducciones, filmes épicos e históricos que inspiraron a numerosos
directores silentes del mundo entero.
Herr
Enrico Guazzoni antes de comenzar a dirigir películas, ya poseía gran
experiencia en el mundo de las artes como decorador y pintor formado
precisamente en el Instituto de las Bellas Artes de Roma, una formación
artística ésta que ciertamente resultó ser esencial y es más que evidente en
todos los filmes dirigidos por el susodicho, obras en donde además escribir él mismo
los guiones de las mismas, también diseñaba el vestuario y sus decorados.
El
gusto por el detalle, además de una cuidadísima reconstrucción de los
diferentes sucesos históricos, reales o de ficción, en los cuales se basaban
sus filmes, especialmente inspirados durante la época de la Roma Imperial, son
evidentes en todos sus filmes, destacando poderosamente sus lujosos decorados y
vestuario, además de tener Herr Guazzoni una especial habilidad a la hora de
mostrar en la pantalla silente grandes espectáculos que entusiasmaban al
primigenio público de entonces, filmes que son todo un placer para los sentidos
incluso hoy en día.
En
“Agrippina” (1910), Herr Guazzoni recrea la particular y problemática relación
entre Frau Agrippina, la segunda esposa del emperador Claudio y su hijo Nerón,
problemas familiares que no son específicos de la Roma Imperial, pues esos
conflictos familiares también eran habituales en las familias aristocráticas
germánicas, aunque, es sí, la poderosa figura materna de la “mamma” es
ciertamente muy específica de esos lares pues las madres germánicas prefieren
asistir a la Ópera en vez de tener que lidiar con los problemillas de sus
hijos, además…, para eso se inventaron las niñeras, ¿no?...
“Agrippina”
es un drama histórico en donde se puede apreciar todas las características y
cualidades artísticas de la obra de Herr Guazzoni; debido a su primigenia
condición, la película es una muestra consecutiva de estampas dramatizadas en
donde los hechos se exhiben teatralmente, interpretando con gran autoridad el
papel de Agrippina, Frau Adele Bianchi Azzarilli.
A
pesar de las limitaciones narrativas que tenían numerosos primerizos filmes
silentes, en “Agrippina” se puede apreciar leves movimientos de cámara, planos
medios y además una apreciable continuidad cinematográfica, a lo cual hay que
añadir sus cuidadas escenas de exteriores y lujosos interiores, consiguiendo
finalmente Herr Guazzoni que el filme sea una más que destacable obra para la
época, repleta del excelente y personal estilo del director italiano, méritos
artísticos que irían gradualmente mejorando en los posteriores y numerosos
filmes épicos que dirigirá en los años venideros.
Y
ahora si me lo permiten, les tengo que dejar momentáneamente, pues este conde
germánico tiene que tocar la lira al alimón con Herr Nerón.
Herr
Graf Ferdinand Von Galitzien