The current
times are hard for the European continent where the financial crisis and the
new economic order imposed by Fraulein Merkel ( Deutchland finally conquered
Europe, ja wohl! ) on their partners demands austerity and budget cuts. This seems to be the answer to many E.U.
economic difficulties as far as the German chancellor is concerned. A pleasant contrast can be found by watching
films like “Turksib” (1929) directed by Herr Viktor Turin where we see the Bolshevik
government investing in major infrastructure and forgetting what the word
“crisis” means.
Obviously this
Herr Graf preferred other more amusing private government investments as
happened during the Czarist times when they held big balls with magnificent
orchestras and served sumptuous meals to idle aristocrats. Unfortunately this was dramatically modified
when the Bolsheviks came to power; they preferred more common and earthly
investments like the building of the Turkestan-Siberian railway which is what
is depicted in a detailed way in the film “Turksib”. The huge and complicated project joined the
arid plains of the Russian region with the icy Siberian mountains.
“Turksib” is a
pure propaganda silent film without complexity so accordingly Herr Turin did
his work properly and with due care to details and precision. The film lacks emotion in comparison with
similar propaganda oeuvres of the same period with their studied aestheticism
and powerful imagery that seduces the audience.
“Turksib” is a down to earth documentary which wastes no time on beautiful
landscapes and is mechanical in the purest sense of the term.
Technically
“Turksib” is an excellent silent film with its superb editing so typical of the
Soviet films of the period. The modern
and the ancient are connected as we see workmen and engineers working alongside
local tribes. It is pretty much a publicity report for the Bolshevik government
but certainly an effective one.
And now, if
you'll allow me, I must temporarily take my leave because this German Count
must book a ticket in advance for the Turksib in order to put on the train one
of his rich heiresses with the hope that she can be lost forever in such
far-off foreign lands.
Herr Graf
Ferdinand Von Galitzien
-/-
Son
éstos difíciles tiempos para el continente europeo, en donde la crisis
financiera y el nuevo orden económico impuesto por Fraulein Merkel a sus socios
europeos ( Deutschland finalmente ha conquistado Europa, ja wohl! ), la
austeridad y los recortes presupuestarios son para la canciller alemana la
panacea y única solución a los problemas financieros que sufren algunos países
de la Unión Europea; teniendo en cuenta ésta cuestión, resulta ciertamente
placentero contemplar filmes como “Turksib” (1929), dirigido por Herr Viktor
Turin, en donde grandes inversiones por parte del gobierno bolchevique en
colosales infraestructuras se muestran alegremente, desconociendo los
susodichos el significado de la palabra crisis.
Obviamente
éste Herr Graf prefería las inversiones estales, privadas y mucho más
divertidas, de la época de los Zares, en donde grandes bailes con grandes
orquestas en donde se incluían opíparas comidas, estaban a disposición de
ociosos aristócratas; lamentablemente esto cambió dramáticamente con la llegada
de los bolcheviques, optando éstos por inversiones mucho más terrenales y
aburridas como, por ejemplo, la construcción de la línea de ferrocarril entre
Turkestán y Siberia, como bien muestra el filme “Turksib”, una gran y
complicada obra necesaria para unir las áridas planicies de la región rusa con
las heladas montañas siberianas.
“Turksib”
es un filme puramente propagandístico, sin complejos y así lo refleja Herr
Turin, mostrando el director ruso de forma detallada tan complicado proyecto y
lo que la construcción de tan larga línea ferroviaria significaba para el
gobierno ruso.
Precisamente
debido al cuidado y la detallada precisión con la cual Herr Turin impregna el
filme, éste documental carece de emoción en comparación con otros filmes similares
propagandísticos de la época, filmes silente en donde en numerosas ocasiones
prevalecía un impostado esteticismo y líricas imagines que seducían al p
gracias a su fuerza artística; éste no es ciertamente el caso de “Turksib”, un
documental en donde no hay lugar para cuidados esteticismos o bellos paisajes,
una obra mucho más “mecánica” en el más puro sentido de la palabra y con todas
sus consecuencias.
Técnicamente
“Turksib” es un filme excelente en donde brilla, como es habitual en similares
películas soviéticas de la época, su montaje, entremezclando imágenes de
trabajadores, ingenieros y pueblos autóctonos con modernas máquinas y seculares
formas de vida, un documental puro en donde lo viejo y lo nuevo, el atraso y el
progreso se muestra de forma metódica, resultando ser el filme una especie de
publirreportaje al servicio del gobierno bolchevique.
Y
ahora si me lo permiten, les tengo que dejar momentáneamente, pues éste conde
germánico tiene que reservar un billete en el “Turksib” para una de sus ricas
herederas germánicas, con la esperanza de que ésta se pierda irremisiblemente y
para siempre en tan extraños y remotos parajes.
Herr
Graf Ferdinand Von Galitzien
Keine Kommentare:
Kommentar veröffentlichen