Donnerstag, Oktober 27, 2005
"The Light Of Faith" (1922) de Clarence Brown
Ayer por la noche, mientras simpáticos truenos retumbaban en las inmediaciones de mi "Schlöss" y tras haber degustado una cena germánica pantagruélica, a los postres éste Conde siempre gusta acompañar esas "delicatessen" repletas de glucosa, de cinema silente siempre que haya ocasión, una guinda, nunca mejor dicho, para una perfecta y ociosa velada germánica.
Tras ordenar a Günthell que olfatease por la Filmoteca de su Conde la búsqueda de un filme que reuniese la condiciones germánicas nocturnas, se optó por ver el filme dirigido por Clarence Brown The Light Of Faith en el año 1922 y en lo que es una versión abreviada del filme homónimo "The Light In The Dark" recientemente editado en tierras de salvajes de más allá del Atlántico por el prestigioso sello "Kino".
A falta de ver la versión íntegra de dicho filme, la opinión que se pueda tener de ésta obra siempre resulta sesgada debido a su caracter recortado, aunque también es cierto que lo visto con monóculo por éste aristócrata teutón, es suficiente para certificar los logros y las carencias de dicha obra.
Un filme bastante convencional en su historia y resolución, con moralina de aroma a incienso que firmaría sin rubor Herr De Mille, pero que aunque a pesar de tantas evidencias y cierta sobreactuación de Lon Chaney y su coprotagonista femenina, Damen Hope Hampton, la factura tecnica de "The Light Of Faith" supera ampliamente esas carencias anteriormente mencionadas destacando profusamente sobre el resto.
Y es que hay que destacar que el filme posee una fotografía excelente ( en la versión abreviada de "Kino" no se incluyen las escenas en color de la historia del "Santo Grial" ) y una dirección artística más que notable, influencias más que probables de su maestro Maurice Tourneur, destacando además en los ambientes contemporáneos del filme, ciertas influencias expresionistas, además de poseer planos subjetivos ciertamente memorables resueltos con maestría por Herr Brown.
En fín, una obra de juventud del director americano que presagiaba buenos augurios futuros.
Y ahora si me lo permiten les dejo momentáneamente pues tiene éste su Conde que dar un vistazo a la Filmoteca, no vaya a ser que finalmente Günthell ayer se dejase una bobina perdida entre tanto nitrato silente y por ello hubiese visto éste aristócrata la versión abreviada de ese filme de Herr Brown...
Herr Graf Ferdinand Von Galitzien
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5 Kommentare:
Le está quedando un blog preciosista. Luego me pongo a ver quien es quien entre su servicio doméstico.
Ninovska
Pues que a una bolchevique como usted le guste el aspecto formal de éste diario moderno de su Conde, es algo realmente destacable, si tenemos en cuenta que ustedes gustan más de esos horrorosos uniformes uniformadores y en su caso, además, uno de esos pañuelos obreros que se incrustan en sus cabezas y créame, en donde esté una pamela que se quiten esas modas comunistas suyas.
Se me ocurre que podría ordenar a Günthell, por supuesto tras una fuerte reprimenda sin ninguna razón, solo para templar los ánimos, que recobrara sus jugosos comentarios realizados sobre películas vistas allá en la pérfida Albión en años pasados y otras similares.
Podría usted ir creando un archivo cinematográfico muy interesante ... a pesar de tratarse a veces de filmes melenudo nada silentes y frecuentemente en color, de forma que atrajera a los lecytores de clases medias y bajas, tan ordinarios, que apenas conocen las joyas silentes.
Qude claro que protestaré enérgicamente contra el maltrato injustificado a Günthell, pero eso, supongo, a usted le dará lo mismo.
Vogler
Mein lieber Herr Vogler:
Pues no crea usted que esa su alocada idea de tener reunidas buena parte de las "mémoirs" de éste su Conde en éste diario moderno, no ha sido meditada por éste aristócrata durante unos segundos en el transcurso del aperitivo de ésta tarde ociosa en lo que fue un momento de debilidad entre la copita de Porto y el puro habano.
Lo que acontece es que el dominio de éstas nuevas tecnologías en ciertamente complicado para éste aristócrata alejado del mundanal mundo melenudo, por lo que no estaría mal ayuda no remunerada por parte de ejemplares de ustedes que se hayan leído el manual de instrucciones de este diario digital y sepan cómo resolver dicho enigma.
Por cierto, Günthell ha sido debidamente y enérgicamente reprimendado tal y cómo usted se temía.
¡¡¡Qué alegría conocer por fin la cara de Günthell!!! (aunque no sepa cuál de ellos es exactamente)
¡¡Pronto iré y le liberaré de las garras de su amo, Günthell!!
¡Melenudos del mundo, uníos!
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