Sonntag, Juli 20, 2008

"Four Sons" (1928) By John Ford


In the typical German provincial town of Burgendorf lives a charming old woman, Dame Bernle, and her handsome and beloved four sons; they live a tranquil life among their classic Teutonic neighbours until one day war starts and Dame Bernle’s beloved sons must join the army.

This German count must confess that the films of Herr John Ford, the director of “Four Sons”, have never been much to the liking of this aristocrat. His characters are stereotypes and he repeats the same themes again and again throughout his career. For these reasons it is not strange that this German count is not usually in the mood for Ford.

This time “Four Sons” also includes stereotyped characters, Germans this time, not Irish… ( fortunately there is one true-life character in the whole film, a wicked, evil Maj. von Stomm with monocle included ) . People walk around in the bucolic provincial German town where everyone dresses like Germans, drink like Teutons and you have small girls with pigtails, martial geese splash in a pond nearby and everyone is happy. Absolute nonsense, natürlich! Germans are serious not merry people!.

Such German incongruities are at least visually perfect thanks to superb sets and great cinematography, all elegantly filmed by Herr Ford whose use of the camera is especially astonishing during the war trenches scene.

But the most interesting aspect, indeed the great revelation made while revisiting “Four Sons” for this German count was that this aristocrat noticed a strange and perverse undercurrent in the story. Each time that charming Mutterchen Bernle gives thanks to God, something terrible happens almost immediately afterwards. The first time that she does so, war starts; the second time she intones the mysterious incantation, three of her beloved sons die in the war. The third time that Mutterchen Bernle give thanks to God she is in New York, in order to be together with her only surviving son, and -remembering that “Four Sons” was produced during the silent year of 1928- well… logically Mutterchen Bernle was the cause of the Wall Street crash of 1929!!.

And now, if you'll allow me, I must temporarily take my leave because this German Count must avoid old German ladies who bring bad luck.

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien

-/-

En un típico pueblecito germánico de nombre Burgendorf, vive la entrañable anciana Dame Bernle con sus cuatro adorables hijos; todos ellos viven una tranquila vida entre sus teutónicos vecinos hasta que un día comienza la guerra y los amados hijos de Dame Bernle parten para participar en la misma.

Este conde germánico tiene que confesar que los filmes de Herr John Ford, director de “Four Sons”, nunca han sido de mucho agrado para éste aristócrata debido a sus particulares y estereotipados personajes, además de la repetición constante durante su carrera de prácticamente un solo género cinematográfico, por todo ello no es extraño que éste conde germánico esté de humor para Herr Ford.

En esta ocasión “Four Sons” también incluye personajes estereotipados ( germánicos en esta ocasión en vez de irlandeses… ) aunque afortunadamente se incluye un personaje real como la vida misma, el malvado y pérfido militar von Stomm, monóculo incluído…
En el pueblo germánico que se muestra en el filme, sus habitantes visten como germanos, beben como teutones y hay también niñas con coletas e incluso gansos que chapotean marcialmente en un estanque cercano, toda una feliz estampa y un absoluto despropósito, pues los germanos son gente seria, no gente feliz, natürlich!!.

De todas formas, esas incongruencias germánicas son visualmente perfectas gracias a unos excelentes decorados y una superior fotografía, todo ello elegantemente filmado por Herr Ford, haciendo un uso de la cámara realmente sorprendente, especialmente durante las escenas que transcurren en las trincheras.

Pero el aspecto más interesante, además de ser todo un descubrimiento para este conde germánico en esta nueva visión de “Four Sons”, ha sido una extraña y perversa trama escondida en la historia del filme.
Cada vez que la entrañable Mutterchen Bernle da gracias a Dios, algo terrible acontece de forma casi inmediata; la primera vez que ella recita su salmo, la guerra da comienzo…; la segunda vez que ella entona tan misterioso conjuro, tres de sus cuatro hijos mueren en la guerra y la tercera vez que Mutterchen Bernle da gracias a Dios ella se haya en Nueva York con la intención de reunirse con su único hijo vivo, por lo que si se tiene en cuenta que “Four Sons” fue producida durante el año silente de 1928… en fín…, ¡Mutterchen Bernle fue la causa del hundimiento de la bolsa de Wall Street del año 1929!!.

Y ahora si me lo permiten les tengo que dejar momentáneamente, pues este conde germánico tiene que evitar a ancianas gafes germánicas.

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien

2 Kommentare:

Jesús Cortés hat gesagt…

Mein Liebe Herr Graf:
Aprecio sus escritos, como usted sabe, pero reafirmando el respeto que su persona me impone no puedo dejar de decirle lo extrañado que este su melenudo seguidor ha quedado con su comentarios sobre John Ford; no por esta película en particular, en la que puedo estar de acuerdo en parte con sus comentarios, pero sí por el resto de su obra silente. Usted conocerá por ejemplo "The iron horse" o "Riley the cop" y estará de acuerdo conmigo en que son unos nitratos de consideración.

Ferdinand Von Galitzien hat gesagt…

Mein lieber Herr Cortés:

Tst, tst, tst... no intenté usted adentrarse en las procelosas e incomprensibles aguas de las mentes aristocráticas, terrible tarea ésa que finalmente no le reportará o llevará a puerto seguro u/o razonable...

Como el polemizar es un estado, entre otros, anímico e intrínseco de la aristocracia germánica, dirále éste su Herr Von que efectivamente, este su conde teutón se reitera y le dice incluso en germánico que no gusta especialmente del "monotema" Fordiano ( no negándole sus méritos artísticos, ciertamente... ) e igualmente le menciona que precisamente, esos filmes que se alejan de ése su "cansino y reiterativo género cinematográfico" que tanto gustaba el susodicho, precisamentepor dicho motivo, éste su Herr Von aprecia sobremanera esos filmes ( de una calidad ciertamente apabullante )obras que se alejan de los filmes anteriormente citados, de calidad superior e increíblemente olvidados quizás por no coincidir con ciertos parámetros autorales tan característicos en la larga filmografía de Herr John.

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien