Samstag, Januar 24, 2009

"Desert Nights" (1929) By William Nigh


Herr Hugh Rand is the manager of an important African diamond mine and is waiting for a visit, more precisely, from Lord Stonehill and his daughter Diana; since he hasn't seen a white woman for years in such a desolate place, Herr Rand thinks that Herr Lord Stonehill’s daughter won’t be a beauty but an old maid, bow-legged and cross-eyed; but he is wrong, because she turns out to be a gorgeous lady and shocked by this unexpected surprise, Herr Rand tries to seduce her; but, as always happens with people in love, Herr Rand’s love idiocy prevents him from seeing that this beauty is also a crook and the partner of her supposed father, another crook, natürlich!, who pretty soon kidnaps Herr Rand after robbing a tray of diamonds.

“Desert Nights” is an anodyne film production, directed by the anodyne Herr William Nigh, that uses many clichés of the adventure film ( Herr Nigh likes especially exotic film productions ); besides the film had a poor story.The film has little interest and the most remarkable aspect of this oeuvre is that it starred the important silent actor Herr John Gilbert in what was his last silent film and the beginning of his unsuccessful talkie career, decadence with a tragic ending.

So, it is not strange that this German count hasn’t enjoyed this film, because the Calahari desert is not Monte Carlo; not to mention that this Teutonic aristocrat prefers racehorses instead of those vultures and hyenas that can be seen in the film ( besides, these last ones have been part of the family for centuries... ), and doesn't understand the main characters of the film yearning for water when they are lost in the desert, instead of simply asking for a cocktail; not to mention the sweaty rags they wear in such a hot place instead of an impeccable and elegant Prussian uniform... In spite of all, there is something in common between those crooks and German aristocrats, their interest in diamonds; don’t forget too that Herr Gilbert was an attractive seducer, the same as this German count…

And now, if you'll allow me, I must temporarily take my leave because this German Count must enjoy a dessert.

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien

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Herr Hugh Rand es el jefe de una importante mina de diamantes en África, el cual está esperando una visita, más precisamente, por Lord Stonehill y su hija Diana; como hace demasiado tiempo que no se ve a una jovenzuela de tez blanca en tan desolado lugar, Herr Rand cree que la hija de Lord Stonehill no será precisamente una belleza si no una vieja doncella, bizca y patiestevada, pero Herr Rand está totalmente equivocado pues para su sorpresa se encontrará con toda una guapa jovenzuela.
Herr Rand intentará seducirla pero como siempre sucede con la gente enamorada, la estupidez que padecen los susodichos, le impedirá ver que tan guapa señorita es además toda una estafadora y socia de su supuesto padre, otro estafador, natürlich!, los cuales muy pronto secuestrarán a Herr Rand después de haberle robado una bandeja repleta de diamantes.

“Desert Nights” es una anodina producción silente dirigida por el también anodino director Herr William Nigh, el cual usa demasiados tópicos en sus filmes de aventuras ( Herr Nigh gusta de esas producciones exóticas ), además de un guión bastante flojo.
El filme carece de interés y lo más interesante de la película es que está protagonizada por el importante actor silente Herr John Gilbert en lo que supuso su penúltimo filme mudo y el comienzo de su poco exitosa carrera sonora, una carrera en declive y con final trágico.

Por lo tanto no es nada extraño que este conde germánico no haya disfrutado de éste filme, pues el desierto de Kalahari no es Monte Carlo precisamente, sin olvidarse igualmente que éste aristócrata teutón prefiere los caballos de carreras en vez de esos buitres y hienas que se pueden ver en el filme ( estos ya forman parte de la familia desde hace siglos… ), no comprendiendo tampoco porqué los principales protagonistas del filme tienen esa ansiedad por beber un poco de agua cuando se encuentran perdidos en el desierto, en vez de pedir un cocktail, o esos andrajos tan sudados que llevan puestos en tan sofocante lugar, en vez de un impecable y elegante uniforme Prusiano…
A pesar de todo ello, sí hay cierta coincidencia entre esos estafadores y éste aristócrata germánico, su interés por los diamantes, sin olvidarse igualmente que Herr Gilbert fue todo un atractivo seductor, lo mismo que éste conde germánico…

Y ahora si me lo permiten, les tengo que dejar momentáneamente, pues este conde germánico tiene que tomarse el postre.

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien

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