German aristocrats are famous for their stiff Teutonic humour, but at least once a year-no more than one or two days of course-the German mood lightens and it is time for frivolity. One seeks out the company of a rich and fat heiress and when the planets are in rare alignment it is also good to watch an entertaining though unimportant silent film.
But that it is not an easy matter to achieve because, besides classic Teutonic gravitas, there are no insignificant silent films in Germany. Thus it is necessary to turn to developing cultures, particularly Amerika, where there are many light hearted films that can occasionally be enjoyed even by a strict German count.
“Two Arabian Knights” is one such Amerikan film and was directed in the silent year of 1927 by Herr Lewis Milestone. The film tells of the complicated relationship between two Amerikan soldiers as they travel across Europe; an enmity and rivalry that will traverse frontiers and take those strange comrades from France to Northern Germany and then to Turkey and finally to Arabia. In this latter place they will, after being rescued from a shipwreck, fight each other for the favours of Dame Mirza, a mysterious Arabian lady.
As this German count mentioned before, the only purpose of the film is to entertain and certainly that intention is achieved in this conventional adventure silent film that includes the necessary ingredients of those commercial and popular films; that is to say, exotic settings, some action and funny situations. Herr Milestone has not made a milestone silent film though there is some clever camerawork, particularly at the beginning of the film where, from different angles ( up and down ), we see the two men battling each other in a foxhole while astonished German soldiers look on.
The film intertwines World War I sequences (light hearted rather than dramatic)as well as exotic adventures in the East, an East of course that is seen through Western eyes and one that is deliberately frivolous and cliché ridden. It is the perfect fictional setting for these two strong personalities who, in spite of their rivalry, can’t live without each other ( or Dame Mirza, natürlich!.)
And now, if you'll allow me, I must temporarily take my leave because this German Count must continue with the exclusive and aristocratic art of being bored.
Herr Graf Ferdinand Von Galitzien
-/-
Los aristócratas germánicos son conocidos por su escaso sentido del humor, pero a pesar de todo, hay por lo menos durante el año, uno o dos días en los cuales el sentido del humor teutón se relaja y gusta de cierta frivolidad; para esos escasos días, se busca entonces la compañía de una gorda heredera y si la alineación de planetas también es propicia, entonces se decide también contemplar un insignificante y entretenido filme silente.
Pero dicha tarea no es nada fácil, pues debido a la circunspección teutónica, no hay filmes insignificantes en Germania, por lo cual es necesario mirar hacia otras culturas mucho más frívolas como puede ser la americana, lugar en donde se pueden encontrar numerosos e intranscendentes filmes que pueden ser disfrutados incluso y de forma excepcional, por un estricto conde germánico.
“Two Arabian Knights” es uno de esos frívolos filmes americanos, dirigido en el año silente de 1927 por Herr Lewis Milestone; el filme narra la historia de la complicada relación entre dos soldados americanos mientras éstos atraviesan toda Europa, una enemistad y rivalidad que los acompañarán a través de diferentes países, peculiares camaradas que deambularán por Francia, el norte de Germania, Turquía y finalmente Arabia, lugar éste último en donde, después de haber sido rescatada de un naufragio, lucharán ambos por los favores de una misteriosa fräulein árabe y de nombre Mirza.
Como había comentado hace un momento éste conde germánico, el único propósito de éste filme es entretener y ciertamente cumple con dicho propósito, pues estamos ante un convencional filme de aventuras que incluye los necesarios ingredientes que se le presuponen a éstas obras populares y comerciales, esto es, unos escenarios exóticos, algo de acción y situaciones divertidas.
Herr Milestone desde luego no firma una obra memorable silente, pero aún así se pueden encontrar en el filme un hábil uso de la cámara, particularmente al principio del filme, como cuando, por ejemplo, se puede observar un plano rodado desde diferentes ángulos ( desde arriba y abajo ), en el cual se ven a los protagonistas del filme luchando entre ellos dentro del cráter de un obús, mientras son contemplados ambos de forma ciertamente perpleja por unos soldados germánicos.
El filme intercala secuencias ambientadas en la I guerra mundial ( más amables que dramáticas ) y también otras más exóticas de Oriente, un Oriente interpretado por ojos occidentales, deliberadamente frívolo y lleno de tópicos, un escenario ideal para las aventuras de las dos fuertes personalidades que protagonizan el filme y que a pesar de su gran rivalidad, no pueden vivir el uno sin el otro, con el permiso de Dame Mirza, natürlich!.
Y ahora si me lo permiten, les tengo que dejar momentáneamente, pues este conde germánico tiene que continuar con el exclusivo y aristocrático arte de aburrirse.
Herr Graf Ferdinand Von Galitzien
But that it is not an easy matter to achieve because, besides classic Teutonic gravitas, there are no insignificant silent films in Germany. Thus it is necessary to turn to developing cultures, particularly Amerika, where there are many light hearted films that can occasionally be enjoyed even by a strict German count.
“Two Arabian Knights” is one such Amerikan film and was directed in the silent year of 1927 by Herr Lewis Milestone. The film tells of the complicated relationship between two Amerikan soldiers as they travel across Europe; an enmity and rivalry that will traverse frontiers and take those strange comrades from France to Northern Germany and then to Turkey and finally to Arabia. In this latter place they will, after being rescued from a shipwreck, fight each other for the favours of Dame Mirza, a mysterious Arabian lady.
As this German count mentioned before, the only purpose of the film is to entertain and certainly that intention is achieved in this conventional adventure silent film that includes the necessary ingredients of those commercial and popular films; that is to say, exotic settings, some action and funny situations. Herr Milestone has not made a milestone silent film though there is some clever camerawork, particularly at the beginning of the film where, from different angles ( up and down ), we see the two men battling each other in a foxhole while astonished German soldiers look on.
The film intertwines World War I sequences (light hearted rather than dramatic)as well as exotic adventures in the East, an East of course that is seen through Western eyes and one that is deliberately frivolous and cliché ridden. It is the perfect fictional setting for these two strong personalities who, in spite of their rivalry, can’t live without each other ( or Dame Mirza, natürlich!.)
And now, if you'll allow me, I must temporarily take my leave because this German Count must continue with the exclusive and aristocratic art of being bored.
Herr Graf Ferdinand Von Galitzien
-/-
Los aristócratas germánicos son conocidos por su escaso sentido del humor, pero a pesar de todo, hay por lo menos durante el año, uno o dos días en los cuales el sentido del humor teutón se relaja y gusta de cierta frivolidad; para esos escasos días, se busca entonces la compañía de una gorda heredera y si la alineación de planetas también es propicia, entonces se decide también contemplar un insignificante y entretenido filme silente.
Pero dicha tarea no es nada fácil, pues debido a la circunspección teutónica, no hay filmes insignificantes en Germania, por lo cual es necesario mirar hacia otras culturas mucho más frívolas como puede ser la americana, lugar en donde se pueden encontrar numerosos e intranscendentes filmes que pueden ser disfrutados incluso y de forma excepcional, por un estricto conde germánico.
“Two Arabian Knights” es uno de esos frívolos filmes americanos, dirigido en el año silente de 1927 por Herr Lewis Milestone; el filme narra la historia de la complicada relación entre dos soldados americanos mientras éstos atraviesan toda Europa, una enemistad y rivalidad que los acompañarán a través de diferentes países, peculiares camaradas que deambularán por Francia, el norte de Germania, Turquía y finalmente Arabia, lugar éste último en donde, después de haber sido rescatada de un naufragio, lucharán ambos por los favores de una misteriosa fräulein árabe y de nombre Mirza.
Como había comentado hace un momento éste conde germánico, el único propósito de éste filme es entretener y ciertamente cumple con dicho propósito, pues estamos ante un convencional filme de aventuras que incluye los necesarios ingredientes que se le presuponen a éstas obras populares y comerciales, esto es, unos escenarios exóticos, algo de acción y situaciones divertidas.
Herr Milestone desde luego no firma una obra memorable silente, pero aún así se pueden encontrar en el filme un hábil uso de la cámara, particularmente al principio del filme, como cuando, por ejemplo, se puede observar un plano rodado desde diferentes ángulos ( desde arriba y abajo ), en el cual se ven a los protagonistas del filme luchando entre ellos dentro del cráter de un obús, mientras son contemplados ambos de forma ciertamente perpleja por unos soldados germánicos.
El filme intercala secuencias ambientadas en la I guerra mundial ( más amables que dramáticas ) y también otras más exóticas de Oriente, un Oriente interpretado por ojos occidentales, deliberadamente frívolo y lleno de tópicos, un escenario ideal para las aventuras de las dos fuertes personalidades que protagonizan el filme y que a pesar de su gran rivalidad, no pueden vivir el uno sin el otro, con el permiso de Dame Mirza, natürlich!.
Y ahora si me lo permiten, les tengo que dejar momentáneamente, pues este conde germánico tiene que continuar con el exclusivo y aristocrático arte de aburrirse.
Herr Graf Ferdinand Von Galitzien
1 Kommentar:
Querido Herr Von, Von, Herr Von.
¿Quo vadis? ¿¡Dónde vamos a parar!? ¡Usted nada en la abundancia, Herr Ferdinando!
Y me explico: en primer lugar, usted abunda en la contradicción... ¿no es la aristocracia frívola en cualquier época del año sea silente o no?
En segundo lugar, redunda (abunda dos veces) en sus queridas gordas herederas ¿o herederas gordas?... creo que ha disfrutado de ellas durante toda su sabática y tediosa vida contemplativa ¿no es así?... sus germánicas acaudaladas y enfajadas son, también, porteadoras de enormes fajos de billetes. ¡Menudos arcos fajones podría construir!
Y, finalmente, exagera (abunda tres veces) en el arte de aburrirse... como colofón a su hastiada e improductiva existencia.
¿Así que pide, Herr Conde, ayuda a los astros? Los oráculos dicen que cuando usted se presentó en este mundo (sin haber sido invitado y carente de todo protocolo) se produjo un descuadramiento planetario. Vamos, que rompieron filas todos los planetas alineados formando un frente común contra usted.
¡Qué despropósito histórico, el de esta película de Herr Mileston, supongo!
¡Qué poco rigor en la sincronía y qué indocumentación, supongo! ¡Topicazos, exotismo y aventura pura y dura, supongo! ¿Supongo bien o mal? Las suposiciones a priori siempre son falsas hasta que se demuestre lo contrario.
Esa historia me recuerda la eterna dualidad, el bien y el mal, encarnados en unos cómicos protagonistas que luchan... ¿por una dama?... luchan... porque están indisolublemente unidos ya que forman parte de un todo: la comedia y el drama.
¡Qué tragedia no haberla visto, Herr Graf! Aunque debo confesar para su regocijo que he visionado un filme silente ¡con intertítulos y música de acompañamiento!... titulado "La carne y el demonio" ¡Qué sacrilegio para esta melenuda! (me parece haber escuchado una carcajada estentórea)
¡Abandonemos las suposiciones y también a Herr Milestone! ¡Menos vale una piedra!
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