It has been well known for centuries that aristocrats have, among other virtues, a spoiled and frivolous disposition, but it is certainly very strange that such privileged characteristics are sometimes shared with certain commoners.
And that’s precisely what happens with Herr Viktor in the film “Du Skal Aere Din Hustru” ( Master Of The House ), a film directed by Herr Carl Theodor Dreyer in the silent year of 1925 in which is depicted the tyranny of Herr Viktor over his family; the man is always in a bad humour and takes out his frustration on his wife, Frau Ida and children ( aristocrats correspondently are always in the same mood and do the same with their servants ).
“Du Skal Aere Din Hustru” is an unpleasant film, the chronicle of an unhappy marriage constituted by a dutiful and self-sacrificing wife and her irascible and demanding husband. It is an excellent portrait of old-fashioned male social conduct that in other times was considered almost normal in many European societies (the head of the household’s supremacy and unquestioned rights) which meant the psychological and physical maltreatment suffered by many women around the world even today.
Such an embarrassing subject is treated with sensitivity by Herr Dreyer in what it is a detailed account of the tyranny of the husband over his family, especially during the first part of the film where, in a detailed way, the whims, continuous demands and bad behaviour of Herr Viktor achieves a vivid portrait of a disagreeable man.
Most of the film is set indoors, in the family apartment, achieving in this way the feeling of a more oppressive atmosphere that is suffered by the wife and her children; a cage where they live just like the canaries owned by Frau Ida.
In such a claustrophobic atmosphere, the wife dutifully and quietly goes about her daily work routine, a sacrificing spouse and mother who puts the health of her body and soul at risk doing such labor for an ungrateful and contemptuous man. These sequences are realistic and without artifice, ja wohl.
During the second part of the film and thanks to the help of an old woman who was Viktor’s nanny, we will see the process of the re-education of this ill-spirited man which brings him down to earth and out of his frustration and anger. This proves to be a long and complicated task that the old woman will do boldly and effectively.
Herr Johannes Meyer, who plays the husband, does an excellent job as the tormented man who behaves improperly with his family, although he isn’t quite conscious of his tyranny. His attitude is caused by economic and work problems, which lead him to take out his anger and frustration on the people around him, the beloved ones who can’t understand but suffer in silence such bad behaviour.
Herr Meyer performs his character in a restrained way, without overacting or extravagant gestures, a fine depiction of an unfeeling man who can’t express any emotion except anger. Frau Astrid Holm, who plays the wife is equally convincing. Herr Dreyer’s careful direction scrutinizes these scenes from a marriage and the unhappiness that results and must be dealt with.
And now, if you'll allow me, I must temporarily take my leave because this German Count must re-educate himself about some aristocratic old-fashioned conduct.
Herr Graf Ferdinand Von Galitzien
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El hecho de que los aristócratas tengan, entre otras virtudes, la condición de caprichosos y malcriados, es un asunto éste bien conocido desde hace siglos, pero desde luego lo es muchísimo menos el que esas privilegiadas condiciones a veces sean compartidas con los plebeyos.
Y ésto es precisamente lo que acontece con Herr Viktor en “Du Skal Aere Din Hustru” ( “El Amo De La Casa” ), filme dirigido por Herr Carl Theodor Dreyer en el año silente de 1925, en donde se relata la tiranía que ejerce Herr Viktor sobre su familia, un hombre que siempre se haya de muy mal humor, pagando habitualmente su frustración con su esposa, Frau Ida y sus dos hijos ( los aristócratas, lógicamente, también se hayan habitualmente del mismo humor y es el servicio doméstico quién finalmente sufre las consecuencias ).
“Du Skal Aere Din Hustru” no es un filme ciertamente agradable al ser la crónica de un infeliz matrimonio compuesto por una abnegada y obediente esposa y su irascible y caprichoso marido, un excelente retrato de anticuadas conductas sociales masculinas que otrora eran consideradas casi como normales en numerosas sociedades europeas ( el cabeza de familia como símbolo de supremacía y depositario de ciertos privilegios ), un maltrato psicológico y físico que desafortunadamente todavía hoy en día son sufridos por numerosas mujeres en todo el mundo.
Tan delicado tema es tratado de forma cuidadosa por Herr Dreyer, mostrando en detalle la tiranía que ejerce el marido sobre su familia, especialmente durante la primera parte del filme en donde los caprichos, exigencias continuas y el mal humor de Herr Viktor, consigue el certero retrato de un hombre ciertamente desagradable.
Buena parte del filme transcurre en interiores, más concretamente dentro de la vivienda familiar, dando al filme una atmósfera todavía más opresiva para la esposa y sus hijos, una jaula en la cual viven oprimidos tal y cómo sucede con los pájaros que posee Frau Ida en su hogar.
En tan claustrofóbico escenario, la esposa realiza sus tareas domésticas abnegadamente y en silencio, una sumisa esposa y madre que incluso pondrá en riesgo su salud física y mental por realizar tan ingrata labor de la cual ella solamente obtiene el desprecio de su marido, secuencias éstas repletas de realismo y sin ningún artificio, ja wohl!.
Durante la segunda parte del filme y gracias a la ayuda de una anciana, niñera de Viktor durante sus años mozos, asistiremos al proceso de reeducación del desagradable marido; gracias al duro trabajo realizado enérgicamente y sin desmayo, por la anciana, ésta conseguirá finalmente ponerle los pies en la tierra, apaciguando su ira y frustración.
Herr Johannes Meyer hace un magnífico trabajo como el atormentado marido que tan mal se comporta con su familia, un hombre que no es del todo consciente de su tiranía debido ésta a sus problemas económicos y laborales, pagando la ira y frustración que ésta situación le provoca, con los seres más cercanos y queridos, los cuales sufren en silencio tan terrible comportamiento.
Herr Meyer interpreta a su personaje de forma contenida, evitando ante todo la sobreactuación, consiguiendo el excelente retrato de un hombre incapaz de expresar ningún afecto o cariño, excepto ira, lo mismo que acontece con Frau Astrid Holm con su personaje de abnegada y buena esposa, consiguiendo ambos actores una impresionante lección de contención interpretativa, sin olvidarse igualmente de la prudente dirección de Herr Dreyer, examinando la infelicidad del matrimonio y su posible resolución.
Y ahora si me lo permiten, les tengo que dejar momentáneamente, pues este conde germánico tiene que reeducarse a si mismo acerca de ciertas y anticuadas conductas aristocráticas.
Herr Graf Ferdinand Von Galitzien
1 Kommentar:
Si que es una película dura sobre todo en su primera parte,en la segunda ya se convierte en un mero ejercicio cinematográfico transformando al tiránico marido en sumiso compañero del hogar.
No quiero decir que la película sea mala,una película muda de dos horas que se ve en un suspiro no puede ser mala,lo único que quiero decir es que en el intervalo de un mes ningún marido maltratador se convierte en ovejita retozona y éso es algo que se puede comprobar actualmente.
Tal vez soy demasiado realista.
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