Welcome to one of the most incredible and fascinating trips in the history of cinema!... Come on board the Aero-bus made by the engineer Maboul and, with the permission of its multinational crew, you will join an extraordinary expedition to the North Pole where many threats will be facing us.
Forget other rudimentary expeditions in the conquest of the North Pole!... in “À La Conquête Du Pôle” (1912) you will enjoy travelling on an exclusive flying machine with the most advanced technical equipment of the time!. But beware!!... Herr Maboul is not alone in his particular trip to the North Pole!...
There are also rival expeditionary groups who want to reach that cold land by other means of transport such as balloon or automobile. And if that isn't challenging enough, there is also the threat of a group of suffragettes who want to compete on equal terms with men ( Can you believe that?! ) but of course they fail.
During the trip Herr Maboul’s Aero-bus will fly through comets, beautiful woman stars ( now you finally know the meaning of being a cinema star thanks to Herr Méliès… ) and tricky constellations until finally it will land- or better said, crash -in the North Pole where more perils await, particularly the Giant of the Ice!!.
In this silent delicatessen, one of the last works by the pioneer French director, Herr Georges Méliès, the director displays in its full grandeur his wonderful artifacts, special effects ( including his daring explosions ), décors and fascinating imagination. The gap of 100 years since engineer Maboul's trip matter not at all when such incredible sets and cinematic mastery are on display to make a unique, enjoyable and unrepeatable experience.
A masterpiece, a wonderful dream.
And now, if you'll allow me, I must temporarily take my leave because this German Count must join Herr Maboul’s crew.
Herr Graf Ferdinand Von Galitzien
-/-
¡Bienvenidos a bordo de uno de los más fascinantes e increíbles viajes de la historia del cinematógrafo!... ¡Embárquense ustedes en el Aero-bus, invención ésta del ingeniero Maboul y con el permiso de su multicultural tripulación, podrán entonces disfrutar ustedes de una particular expedición al Polo Norte en donde habrá que hacer frente a numerosos peligros!.
¡Olvídense de otras rudimentarias expediciones por la conquista del Polo Norte!... en “À La Conquête Du Pôle” (1912), disfrutarán ustedes de una exclusiva travesía a bordo de un aparato volador provisto éste de los más avanzados equipos técnicos de la época!.
Pero, ¡tengan cuidado!... ¡Herr Maboul no estará solo durante su particular viaje al Polo Norte!... y es que también hay otros expedicionarios muy interesados en alcanzar esas frías tierras empleando para ello otros medios de transporte, como el automóvil o el globo aerostático, sin olvidarse igualmente de la constante amenaza que para la expedición supone un grupo de sufragistas las cuales quieren competir en igualdad de condiciones ( ¿se lo pueden creer?! ), con los expedicionarios, aunque por mucho que éstas lo intentan, finalmente fracasarán en su intento.
Durante el trayecto, el Aero-bus de Herr Maboul volará entre cometas, atractivas estrellas ( gracias a Herr Méliès, conocerán por fin lo que verdaderamente significa ser toda una estrella de cine ) y peligrosas constelaciones, hasta que finalmente la aeronave aterriza, o mas bien, se estrella en el Polo Norte en donde todavía les esperan inesperados peligros, muy especialmente ¡“el gigante de los hielos”!.
En esta delicatessen silente, uno de los últimos trabajos del gran director y pionero del cinematógrafo, Herr Georges Méliès, se exhibe en todo su esplendor todos sus maravillosos artefactos, efectos especiales ( incluidas esas explosiones tan queridas por Herr Méliès ), fascinantes decorados y grandes dosis de imaginación del director galo, por lo tanto no deben preocuparse ustedes en el caso de que sea la primera vez que viajan ustedes al Polo Norte en compañía del ingeniero Maboul, pues aunque hayan transcurrido 100 años desde entonces, gracias a la maestría cinematográfica que exuda ésta maravilla silente, podrán igualmente disfrutar en estos modernos tiempos y en todo su esplendor, de tan irrepetible y única experiencia.
Toda una ensoñadora obra maestra.
Y ahora si me lo permiten, les tengo que dejar momentáneamente, pues este conde germánico tiene que unirse a la tripulación de Herr Maboul.
Herr Graf Ferdinand Von Galitzien
Forget other rudimentary expeditions in the conquest of the North Pole!... in “À La Conquête Du Pôle” (1912) you will enjoy travelling on an exclusive flying machine with the most advanced technical equipment of the time!. But beware!!... Herr Maboul is not alone in his particular trip to the North Pole!...
There are also rival expeditionary groups who want to reach that cold land by other means of transport such as balloon or automobile. And if that isn't challenging enough, there is also the threat of a group of suffragettes who want to compete on equal terms with men ( Can you believe that?! ) but of course they fail.
During the trip Herr Maboul’s Aero-bus will fly through comets, beautiful woman stars ( now you finally know the meaning of being a cinema star thanks to Herr Méliès… ) and tricky constellations until finally it will land- or better said, crash -in the North Pole where more perils await, particularly the Giant of the Ice!!.
In this silent delicatessen, one of the last works by the pioneer French director, Herr Georges Méliès, the director displays in its full grandeur his wonderful artifacts, special effects ( including his daring explosions ), décors and fascinating imagination. The gap of 100 years since engineer Maboul's trip matter not at all when such incredible sets and cinematic mastery are on display to make a unique, enjoyable and unrepeatable experience.
A masterpiece, a wonderful dream.
And now, if you'll allow me, I must temporarily take my leave because this German Count must join Herr Maboul’s crew.
Herr Graf Ferdinand Von Galitzien
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¡Bienvenidos a bordo de uno de los más fascinantes e increíbles viajes de la historia del cinematógrafo!... ¡Embárquense ustedes en el Aero-bus, invención ésta del ingeniero Maboul y con el permiso de su multicultural tripulación, podrán entonces disfrutar ustedes de una particular expedición al Polo Norte en donde habrá que hacer frente a numerosos peligros!.
¡Olvídense de otras rudimentarias expediciones por la conquista del Polo Norte!... en “À La Conquête Du Pôle” (1912), disfrutarán ustedes de una exclusiva travesía a bordo de un aparato volador provisto éste de los más avanzados equipos técnicos de la época!.
Pero, ¡tengan cuidado!... ¡Herr Maboul no estará solo durante su particular viaje al Polo Norte!... y es que también hay otros expedicionarios muy interesados en alcanzar esas frías tierras empleando para ello otros medios de transporte, como el automóvil o el globo aerostático, sin olvidarse igualmente de la constante amenaza que para la expedición supone un grupo de sufragistas las cuales quieren competir en igualdad de condiciones ( ¿se lo pueden creer?! ), con los expedicionarios, aunque por mucho que éstas lo intentan, finalmente fracasarán en su intento.
Durante el trayecto, el Aero-bus de Herr Maboul volará entre cometas, atractivas estrellas ( gracias a Herr Méliès, conocerán por fin lo que verdaderamente significa ser toda una estrella de cine ) y peligrosas constelaciones, hasta que finalmente la aeronave aterriza, o mas bien, se estrella en el Polo Norte en donde todavía les esperan inesperados peligros, muy especialmente ¡“el gigante de los hielos”!.
En esta delicatessen silente, uno de los últimos trabajos del gran director y pionero del cinematógrafo, Herr Georges Méliès, se exhibe en todo su esplendor todos sus maravillosos artefactos, efectos especiales ( incluidas esas explosiones tan queridas por Herr Méliès ), fascinantes decorados y grandes dosis de imaginación del director galo, por lo tanto no deben preocuparse ustedes en el caso de que sea la primera vez que viajan ustedes al Polo Norte en compañía del ingeniero Maboul, pues aunque hayan transcurrido 100 años desde entonces, gracias a la maestría cinematográfica que exuda ésta maravilla silente, podrán igualmente disfrutar en estos modernos tiempos y en todo su esplendor, de tan irrepetible y única experiencia.
Toda una ensoñadora obra maestra.
Y ahora si me lo permiten, les tengo que dejar momentáneamente, pues este conde germánico tiene que unirse a la tripulación de Herr Maboul.
Herr Graf Ferdinand Von Galitzien