The big city was a very important
inspiration for many silent directors who were infatuated with the thrill of
its streets, the skyline and the daily life of its inhabitants. This
subject resulted in peculiar and fascinating city symphonies in many important
European and Amerikan avant-garde oeuvres.
“Lonesome” (1928) can be considered
too as a kind of city symphony, a beautiful film wherein a young couple will
experience their special epiphany; a splendid oeuvre directed by Herr Paul
Fejos, a European film director with an erratic and not very fortunate
career. Undoubtedly “Lonesome” is his masterpiece.
In “Lonesome”, as in other big city
films, the course of daily life is depicted in detail. This is especially
true of the early scenes of the picture with its shots of industry at work and
the continuous camera movement that mirrors the busy, on the go existence of
the people and the movie’s characters. The young couple in the film led
ordinary lives and work in mundane jobs, always looking forward to the
afternoon off that will ease their stress.
Herr Fejos uses the camera in an
astonishing way especially in the fairground sequence ( Coney Island’s old Luna
Park ). Double exposures, imaginative camera angles, moving close-ups,
camera constantly on the go, color scenes and alas!... even some fragments with
sound!... The latter scenes make up the worst part of the picture throwing off
its pace and emotional build-up ( this Herr Graf watched “Lonesome” many years
ago without such sound fragments and enjoyed the film very much
more). These weak sound scenes are an ominous portent of the end of the
Silent Era and its magic.
Anyway, at this point is necessary
to say that the longhaired youngsters at “Criterion” did a superb work of
restoration with “Lonesome.” This Herr Graf hopes that such exemplary and
laudable labor continues through the next years.
But such sound interludes don’t
excessively harm the achievements and extraordinary strength of the images of
“Lonesome.” There are many emotionally moving scenes wherein the main
actors, Frau Barbara Kent as Mary und Herr Glenn Tyron as Jim do splendid work
full of sentiment and expressing the joy of living, a young couple alone in a
big city desperately needing to find each other and share their lives and hopes
forever. In this excellent picture Herr Fejos lyrically expresses their
feelings and the need for hope in a soulless environment.
And now, if you'll allow me, I must
temporarily take my leave because this German Count needs the companionship (
and the personal fortune ) of one of his rich Teutonic heiresses.
Herr Graf Ferdinand Von Galitzien
-/-
Las
grandes ciudades han sido siempre motivo de gran inspiración para numerosos
directores silentes los cuales quedaron prendados por la frenética actividad de
sus calles, las siluetas de sus edificios y la vida cotidiana de sus
habitantes, peculiares y fascinantes sinfonías urbanas que inspiraron numerosos
e importantes filmes vanguardistas tanto europeos como americanos.
“Lonesome”
(1928) también puede ser considerada como una peculiar sinfonía urbana silente,
un bello filme en donde una joven pareja vivirá su particular epifanía; una
espléndida obra dirigida por Herr Paul Fejos, director europeo de errática y no
demasiado afortunada carrera, siendo “Lonesome”, dentro de su filmografía, su
gran obra maestra.
En
“Lonesome”, tal y como acontece en esos filmes en donde la gran metrópoli es un
personaje principal, se refleja la vida diaria de esas enormes urbes, quedando
reflejado de forma especial ya en el mismo inicio del filme en donde se muestran
planos de su actividad industrial y el frenético deambular de los habitantes en
sus calles, ilustrando así el exasperante ritmo del lugar en donde la pareja
protagonista viven sus anodinas vidas, mostrando la rutina diaria tanto en sus
apartamentos como en su lugar de trabajo, estresadas jornadas laborales que anhelan
una tarde libre.
Herr
Fejos utiliza la cámara de forma extraordinaria reflejando el envolvente
torbellino de la frenética actividad diaria de una gran urbe, así como el
ansiado tiempo libre que nuestra joven pareja pasará en la playa y especialmente
en un parque de atracciones, un segmento éste en donde el director muestra su
especial maestría para generar recursos tanto técnicos como dramáticos.
Imaginativos
e emocionantes primeros planos, escenas coloreadas, sobreimpresiones, una
cámara en continuo movimiento e incluso, ¡oh, maldición!, algunos fragmentos ¡con
sonido!... ciertamente la peor parte ésta del filme al restar dichas secuencias
emoción y ritmo a la historia del filme ( éste Herr Graf pudo contemplar
“Lonesome” hace ya muchos años sin esos dichosos fragmentos sonoros y desde
luego el filme fue recibido igualmente con el mismo entusiasmo ), o la
evidencia de que la llegada del cinema sonoro puso un terrible final a la magia
y forma de cómo se elaboraban los filmes silentes.
A
pesar de ello, es necesario destacar que los jóvenes melenudos de “Criterion”
han hecho un magnífico trabajo de restauración con “Lonesome”, esperando éste
Herr Graf que tan ejemplar trabajo continúe a lo largo de los próximos años.
Pero
esos interludios sonoros no dañan en exceso los grandes logros y la
extraordinaria fuerza de las imágenes de “Lonesome”, un filme repleto de
innovadores recursos técnicos complementados éstos con emocionadas escenas en
donde los actores principales, Frau Barbara Kent como Mary und Herr Glenn Tyron
como Jim, elaboran un espléndido trabajo repleto de sentimiento y alegría de
vivir, una joven pareja que se encuentra sola en la gran ciudad y busca de
forma desesperada a alguien con quien compartir para siempre su vida y
esperanzas.
“Lonesome”
es una excelente película moderna, una maravillosa pieza de arte silente en
donde se refleja de forma ejemplar la soledad y desamparo del ser humano en la
gran ciudad y sus deseos por encontrar un alma gemela, consiguiendo Herr Fejos
transferir a la pantalla silente de forma ciertamente extraordinaria tan
poderosos sentimientos repletos éstos de lirismo y esperanza.
Y
ahora si me lo permiten, les tengo que dejar un momento, pues este conde
germánico necesita de la compañía ( y fortuna personal ) de una de sus ricas
herederas teutónicas.
Herr
Graf Ferdinand Von Galitzien
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