If there is a peculiar, outstanding, amazing and special film genre during the silent era, that’s the circus movie.
These films often have the most bizarre plots, full of strange, morbid atmosphere and odd characters who act as though caught between the human and animal worlds. The thin line between the two worlds often has fatal results.
“The Monkey Talks”, directed by Herr Raoul Walsh, has all those special and peculiar qualities, beginning with the strange main plot,: Two comrades, Herr Fano ( Jacques Lerner ) and Herr Pierre ( Don Alvarado ) from the WWI meet accidentally through the fault of an evil woman, Dame Maisie ( Jane Winton ) Herr Pierre wants to forgive her, but the circus they work in goes bankrupt. Fano and Pierre decide to invent a new sensational entertainment in order to amaze the decadent Paris audience: a monkey who talks. Of course, if Paris is involved in such a strange story, then love is all around, here embodied by Dame Olivette ( Olive Borden ) a tightrope walker. And last but not least, the two comrades fall in love with her and that’s a problem if one of them is a fake monkey.
In such environment, danger abounds in the form of ferocious animals, abnormal people or suspicious circus workers who must live together in a small place so when pure evil unexpectedly appears in there, (The old and troublesome love Dame Maisie shows up again ), that means tragedy and horror are bound to follow.
The characteristics typical of circus films mean that the entertainment is guaranteed in spite of Herr Walsh's conservative film direction ( this German count would like to see more malice in there ). There are some remarkable scenes thanks to such a surreal plot in which the imagination runs wild and there is also technical skill ( the stairs sequence filmed with a vertical gear). Surely, the most bizarre scene takes place at the climax: Olivette is attacked by a real monkey-and to make matters more surreal- two monkeys fight for the same girl, one the official fake monkey of the film but the second one is supposed be an actual but is obviously an actor playing a monkey too!!!... Silent monkey business, certainly… In addition, the roof scenes have a slightly Expressionist look and of course there is the tragic and violent finale so typical of the circus genre. These achievements rescue “The Monkey Talks" from being just an obscure circus movie.
And now, if you'll allow me, I must temporarily take my leave because this German Count must monkey around with his Teutonic heiresses.
Herr Graf Ferdinand Von Galitzien
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Si hay un especial, particular, sorprendente y destacable género cinematográfico durante la época silente, ése es el género cinematográfico circense.
En dichas obras se pueden encontrar habitualmente extrañas tramas, repletas éstas de oscuros, enfermizos ambientes en los cuales extraños personajes se hallan atrapados entre dos mundos, el humano y el animal y la delgada línea que hay entre ambos mundos a menudo tiene fatales consecuencias.
“The Monkey Talks”, filme dirigido por Herr Raoul Walsh, tiene todas esas especiales y particulares cualidades del género circense, comenzando por el argumento de la obra en la cual dos camaradas, Herr Fano ( Jacques Lerner ) y Herr Pierre ( Don Alvarado ) ex-combatientes de la primera guerra mundial, se encuentran de forma accidental y por culpa de una mujer malvada, Dame Maisie ( Jane Winton ); Herr Pierre es el que quiere especialmente olvidarla y cuando el circo en el cual ambos trabajan es embargado, Fano y Pierre idean una nueva y sensacional atracción circense para así sorprender al decadente público parisino: un mono que habla.
Y si la ciudad de París está involucrada en tan extraña historia, entonces el amor está cerca y personificado en esta ocasión por Dame Olivette ( Olive Borden ), una equilibrista y si además los dos camaradas está enamorados de la susodicha y uno de ellos es un falso mono, entonces hay problemas a la vista.
En tan peculiar escenario, los peligros acechan en forma de fieros animales, gente deforme y sospechosos trabajadores circenses los cuales deben vivir conjuntamente en un reducido espacio, por dicho motivo, cuando el mal personificado aparece de forma inesperada en ese ambiente ( la problemática Dame Maisie y su conflictivo amor aparece de nuevo en escena ), es suficiente para que ello lleve a la tragedia y el horror.
Las típicas características que se pueden encontrar en el género silente circense son más que suficientes para que el entretenimiento esté garantizado tal y como acontece en este filme y a pesar de cierto conservadurismo en la dirección de Herr Raoul Walsh ( este conde germánico gustaría poder ver más malicia en dicha obra ) aunque de todas formas hay destacadas escenas gracias a tan surreal trama de imaginación desatada y ciertos aspectos técnicos tales como la escena de las escaleras rodada con grúa vertical, aunque la escena más bizarra tiene lugar durante uno de los momentos más importantes del filme, cuando Dame Olivette es atacada por un supuesto mono real y es que dentro del surrealismo del filme, en dicha escena, dos monos luchan por la misma chica, uno, el mono falso y oficial del filme y el segundo el supuesto mono real el cual se puede comprobar de forma evidente que ¡es también de otro actor haciendo el mono!… monerías silentes, ciertamente…
Hay que destacar también las escenas que transcurren en los tejados al poseer éstas cierto aire Expresionista y por supuesto el trágico y violento “finale” tan típico del género silente circense, una suma de logros que hacen de “The Monkey Talks” una destacable y oscura película de dicho género cinematográfico.
Y ahora si me lo permiten les tengo que dejar momentáneamente, pues este conde germánico tiene que hacer ciertas monerías a sus herederas teutónicas.
Herr Graf Ferdinand Von Galitzien
8 Kommentare:
Fantástico tu blog, la verdad es que recopila mucha información de cine que no es habitual y a los que nos interesa por supuestoque agradecemos tu labor.
Sigue así, ánimo.
Volveré por aquí.
Saludos.
Don't stop Herr Ferdinand!
Mein liebers:
Si este Conde germánico fuese humano, casi se sentiría halagado por esos sus exagerados comentarios ( seguramente quieren camelar a éste aristócrata teutón para así poder, a la mínima ocasión, asaltar el Schloss y rapiñar los nitratos silentes allí ubicados... ), de todas formas y como uno se debe a la férrea educación y disciplina teutónica, éste Herr Graf levanta la ceja, con monóculo incluído, por sus palabras de aliento, necesitadas de aires más frescos y mentolados, por cierto..., todo sea por celebrar con todos ustedes esas maravillosas, magnas e igualmente modernas obras silentes.
Herr Graf Ferdinand Von Galitzien
felicidades por su fantástico blog señor Conde, este melenudo debe reconocer su adicción a él
tal vez le interese lo que ofrece este link
http://www.passarola.com/flicker/Flicker_Research_on_Castle.pdf
es también, natürlich, una invitación a que cuando tenga a bien nos suministre toda la información posible sobre tan singular y oscuro personaje de los turbulentos años de Weimar
Mein lieber Herr Anónimo:
¡Ah, qué de cosas le podría mencionar éste aristócrata teutón acerca de Herr Max von Kastell... si éste hubiese existido!...
Y es que lamento comunicarle que ese supuesto, enigmático y maldito director germanánico, es el resultado de la calenturienta mente de Herr Theodore Roszak, profesor, pensador crítico y escritor americano, el cual creó ese ficticio director teutón para darle empaque a su novela "Flicker", una especie de "The Da Vinci Code" para cinéfilos impresionables.
Conociendo los ambientes excitantes nocturnos de los gloriosos y decadentes años de la República de Weimar, además de ser admirador confeso de la vida y obra de Dame Louise Brooks, el disfraz y engaño evocador de la novela "Flicker", queda fácilmente al descubierto para éste su Herr Von.
Como curiosidad mencionarle que el personaje de Clare incluído en la susodicha novela "Flicker", sí está inspirado en un personaje real de carne y hueso, la célebre crítica cinematográfica norteamericana Pauline Kael, no sucediendo lo mismo con el personaje de Max Von Kastell, pura ficción aunque ciertamente muy seductor para cinéfilos silentes con ansias por descubrir nitratos ocultos.
Herr Graf Ferdinand Von Galitzien
Apreciado Conde,
Gracias por despejar mi ignorancia, aunque en estos momentos no puedo evitar avergonzarme un poco por mi ingenuidad ante la impostura de Herr Roszak -¡suerte que sólo mi gato Murr se halla conmigo en estos momentos!- espléndidamente urdida en cualquier caso. Debí sospechar del hecho de que Herr Siegfried Krakauer no mencionase nada al respecto en su obra fundamental. Me pierde la sugestión del mundo de los sueños.
Sólo añadir que comparto su admiración por la eternamente joven y sexy Dame Louise Brooks y que cualquier alusión a ella será convenientemente apreciada por este melenudo.
Serapionamente suyo,
Herr Coppelius
Creía que estaba perdida para siempre!! Soy devoto del mudo de ambiente circense, cine cercano a la enfermedad, como usted señala, y que tanto gustaba al grande y perturbado Tod Browning.
Viva el cine mudo, sobre todo el fantástico (siempre me pregunto de dónde saca muchos de los títulos que ve, ajenos a Satantango y sus mundos silentes, y a mis puestos de compra habituales...¿privilegios de aristócrata?).
Y si le apetece dese una vuelta por el Desván (eldesvandelabuelito.blogspot.com), que allí se diserta ampliamente del cine de los treinta, de Starewicz, de Lotte Reininger y de tantos otros titanes a cuya memoria me siento obligado.
Magnífica labor, señor Conde. Yo ya le he enlazado en mi blog hace mucho tiempo.
Mein lieber Abuelito:
Cómo ya se puede usted imaginar, éste Herr Graf forma parte desde hace siglos del selecto círculo de la tercera edad, ese del cual usted también forma parte, por lo que sus buenos y desdentados elogios son saludados por éste y ajado aristócrata teutón.
No tema, éste Herr Graf aunque debido a su avanzada edad a veces no reconozca a Dame Greta de Dame Grünilda o distinga y saboree un Manhattan de un Dry-Martini, sí reconoce y aprecia su excelso trabajo de recuperación de la memoria más decadente en forma de filmes, libros y objetos polvorientos de antaño que publica en ese su diario moderno repleto de memorabilia que éste Herr Von visita y conoce desde hace cierto tiempo, todo un placer para aristócratas con incipiente Alzheimer.
Herr Graf Ferdinand Von Galitzien
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