Samstag, Januar 31, 2009

"Prästänkan" (1920) By Carl Theodor Dreyer


Sofren and Mari, are two youngsters who wander into a typically idyllic Norwegian village. The village is searching desperately for a new parson and Sofren has studied hard for the ministry. He has been encouraged in this by his sweetheart Mari because her father will not allow her to marry Sofren until he becomes a real parson. There are two other applicants for the job of village parson but after a hard competition and delivering a splendid sermon, Sofren wins that Gott job. But there is a catch: according to parish law, Sofren must wed the late parson’s widow, Dame Margarete; that’s a terrible dilemma for Sofren since he cannot get Mari if he doesn’t get the post and he will not get that unless he weds the old woman…

“Prästänkan” ( The Parson’s Widow , 1920 ) is an excellent and wonderful work in spite of the fact that it is only Herr Carl Theodor Dreyer’s second film as a director but perhaps this is not a strange thing at all if we have in mind Herr Dreyer’s great debut, “Praesidenten” (1919), reviewed by this German count in this modern diary sometime and liked by this Herr Von very much according to his aristocratic standards, natürlich!.

Everything is remarkable in “Prästänkan” ( astonishing art direction, again not unusual in Herr Dreyer’s early works, in which every minor detail is matched carefully with wonderful outdoor scenery and technical effects that enrich superbly the film story ), but the most remarkable aspect of the film for this German count is Herr Dreyer’s skill in filming a story with a religious subject but resisting the temptation to be sacrilegious or irreverent, the most obvious and easy ways for many directors to depict such a delicate subject. On the contrary, Herr Dreyer is very respectful of the religious theme of the story but includes also an intelligent sense of humour, Nordic humour natürlich!. The funny scenes fit perfectly in a story in which impatient and inexpert youngsters vie with a wise and crafty woman, and where all will learn their own lessons until finally common sense prevails.

And that’s a great Herr Dreyer film goal; to make a “local” story with its Northern customs into a universal film, overriding country barriers. That only happens when the author is a very skilful man, natürlich!.

By the way, even though this German count speaks elegant languages such as Latin and ancient Greek, the first time that “Prästänkan” was shown in the Schloss theatre, the nitrate had Swedish intertitles only, a dead language for this Herr Von. For that reason it is necessary to praise Herr David Shepard ( a singular longhaired youngster who cares about silent films ) for his superb English edition of this film so that illiterate youngsters around the world may also enjoy it.

And now, if you'll allow me, I must temporarily take my leave because this German Count must attend a dinner in which will be served parson’s noses.

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien

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Sofren y Mari, ambos dos jovenzuelos, se encuentran deambulando hasta que llegan a un típico e idílico pueblo noruego; el susodicho pueblo está buscando desesperadamente un nuevo párroco y Sofren, precisamente, se ha esforzado y estudiado duramente para dicho ministerio, por lo cual es alentado por su novia Mari para que pueda acceder a dicha plaza, más que nada porque su padre no permitirá que se case con Sofren hasta que éste consiga ser todo un párroco.
Pero para ésa plaza vacante de párroco, también se han presentado otros dos aspirantes, aunque finalmente, tras una dura competición y después de que Sofren haya recitado un espléndido sermón, Sofren consigue ese trabajo de Gott.
Pero dicha plaza celestial tiene una encerrona, pues de acuerdo con las leyes de la parroquia, para acceder al puesto, Sofren debe casarse con la viuda del último párroco, Dame Margarete… todo un terrible dilema para Sofren pues éste no podrá casarse con Mari si no consigue el puesto de párroco e igualmente no conseguirá éste si no se casa con la viuda del pastor…

“Prästänkan”, filme dirigido por Herr Carl Theodor Dreyer en el año silente de 1920, es un excelente filme a pesar de que ésta sea la segunda obra dirigida por el danés, un hecho nada raro si se tiene en cuenta que el debut cinematográfico de Herr Dreyer, “Praesidenten” (1919), comentado igualmente por éste conde germánico en este diario moderno hace cierto tiempo, fue igualmente del agrado, teniendo siempre en cuenta los gustos aristocráticos, de éste Herr Von.

Todo resulta destacable en “Prästänkan”, especialmente su asombrosa dirección artística, ( de nuevo, otro aspecto nada excepcional a destacar en los primeros trabajos de Herr Dreyer, en los cuales los pequeños detalles son cuidados e incluidos de forma especial, tanto en las escenas filmadas en exteriores como las de efectos especiales, escenas que siempre enriquecen especialmente la historia ), aunque el aspecto más destacable del filme para éste conde germánico es la habilidad que tiene Herr Dreyer para filmar una historia con una trama religiosa y resistirse a caer en la tentación de resultar sacrílego o irreverente, un aspecto, quizás muy obvio y recurrente para ciertos directores…, sin embargo Herr Dreyer se muestra muy respetuoso con el argumento religioso de la historia, aderezándola con un inteligente sentido del humor, humor nórdico, natürlich!, hilarantes escenas que se acomodan perfectamente en la trama del filme y en la cual la impaciencia e inexperiencia de los dos jóvenes de la obra, tendrán que competir con una sabia, astuta mujer anciana y en la cual finalmente todos aprenderán sabias y particulares lecciones en donde el sentido común prevalecerá.

Y ése es precisamente uno de los grandes logros de Herr Dreyer, esto es, conseguir que una historia presuntamente local y repleta de costumbres nórdicas, consiga superar barreras culturales entre diferentes países, cuestión ésta que solamente acontece cuando el autor es una persona hábil e ingeniosa, natürlich!.

Por cierto, aunque éste conde germánico habla elegantes idiomas tales como el latín o el griego antiguo, la primera vez que “Prästänkan” fue exhibido en el teatro del Schloss, la copia solamente tenía rótulos en sueco, una lengua muerta para éste Herr Von…, por dicho motivo es necesario alabar la labor de Herr David Shepard ( un peculiar melenudo preocupado siempre por filmes silentes ) por su excelente edición moderna y en idioma inglés de éste filme, edición que los jóvenes de todo el mundo y desconocedores de idiomas elegantes, apreciarán especialmente.

Y ahora si me lo permiten les tengo que dejar momentáneamente, pues este conde germánico tiene que asistir a una cena en la cual se servirán rabadillas de pollo.

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien

2 Kommentare:

Anonym hat gesagt…

Desconocía esta obra de Dreyer, he visto batantes de sus trabajos sonoros, que usted señor conde tendrá que reconocer que son de muy buena calidad en su conjunto, pero este al que hace referencia lo desconocía, quedamos al tanto.

Saludos...

Angel San Miguel hat gesagt…

Como película y como obra de arte está muy bien pero como historia tiene alguna laguna.Recuerdo haber leído que está basada en un cuento corto que a su vez está basado en una historia real,resulta que cuando se moría un párroco,el pueblo no sabía que hacer con la viuda puesto que ya no era la mujer del párroco pero no podían dejarla tirada,así que se les ocurrió casarla con el siguiente dueño del cargo y ésta era una costumbre muy arraigada en el siglo XIX en muchas partes del país (Suecia supongo) de ahí que me extrañe tanto la cara de perplejidad que se le queda a Sofren cuando consigue el cargo y la carga que conlleva.