Donnerstag, Februar 23, 2006

Ricas Y Gordas Herederas Germánicas III


Continuando con la depravada vida amorosa de éste Conde teutón, permítanme que hoy les presente y rememore éste aristócrata a una de mis primeras conquistas germánicas, tal y cómo pueden apreciar por el modelo de la época que luce Damen Margaretha Von Wildes, la teutona en cuestión.

Hace ya bastante tiempo de los amoríos de éste Conde con Damen Margaretha, tal y cómo pueden apreciar por el diferente canon de belleza que regía en la época, nada de grasas teutonas, más bien, atléticas amazonas, por no mencionar que por entonces y al ser la juventud un tiempo de locuras y sinrazones varias, no tenía éste Conde en cuenta cuestiones tan importantes como la fortuna familiar de la susodicha ( escasa en el caso de Damen Margaretha, un par de leotardos y poco más ) o la elegancia innata de las elegidas ( inexistente en Damen Margaretha cómo también se puede apreciar en la ilustración de la época ).

Con el transcurrir de los años, éste aristócrata teutón fue perfilando intereses y objetivos, dejando cuestiones baladíes como amoríos sin base económica sólida, por lo cual el salvaje"affaire" primerizo de éste Conde con Damen Margaretha, fue olvidado rápidamente por éste aristócrata, además de ordenar que fuese eliminado de los registros de la época, para evitar así escándalos futuros.

Y ahora si me lo permiten les dejo momentáneamente, pues a éste Conde le ha entrado, a pesar de todo, cierta nostalgia al rememorar sus años de juventud salvaje no confesable.

2 Kommentare:

Anonym hat gesagt…

¡ Ay ¡ mi buen Ferdi, ¡ locuelo, más que locuelo! No se avergüence usted, ni de su avanzada edad, ni de sus veleidades amorosas en su más que lejana juventud, que me han hecho rememorar cierta aventurilla inocente de mi adolescencia. Yo aún estoy en la flor de la vida, por lo tanto no es una historia tan lejana. Además, este sano clima de la estepa burgalesa me mantiene como a los mamuts “on the rocks” de la lejana Siberia, lozana e incorrupta en todos los sentidos de la palabra.
A lo que iba, cierto día, durante la fiesta de pedida de mano de mi prima Remedios Hortensia Dolores Sagrario de Todos los Santos María (le llamamos Mari), topé con un apuesto aristócrata llamado Adriun ( omitiré sus numerosos títulos y nacionalidad).
¡ Qué hombre! Garboso, musculoso, donoso y, todo hay que decirlo, un poquirritín gangoso. Bailamos los ritmos salvajes que la Escolanía de Nuestra Señora de las Inusitadas Revelaciones Transcendentales tuvo a bien interpretar. Cansados y sedientos de tanto baile, nos sentamos en el jardín y saciamos nuestra sed con el refinado y sabroso combinado de orujo con absenta, típico de todas las fiestas de los Virumbrales. Ya no le puedo decir más de esa noche.
Desperté en algún lugar de La Rioja, cerca de Logroño, vestida de Eva. Me coloqué la hoja de parra en su sitio ;), y tan tranquila me fui a confesar. De Adán no sé nada. Mi confesor, el musculoso padre Benedicto, me consoló sobradamente llevándome con su proverbial labia al Paraíso.

Un cordial y afectuoso saludo en estos momentos tan delicados para usted a causa de sus malintencionados avatares.

Lucila Virumbrales
Marquesa de Terminón (Burgos)

Ferdinand Von Galitzien hat gesagt…

Mein liebe Damen Luci:

Lo que tiene que leer con monóculo éste su aristócrata germánico... en fín, seguramente sea la edad (más notoria en el caso de éste teutón ) o quizás los remordimientos de nuestros años de loca juventud (menos notoria en su caso, perdone que le diga pues por mucho que intente adornar sus aventuras, tst, tst... amorosas en la provincia de, tst, tst und tst... Burgos via Logroño, es notorio y bien conocido que esos áridos parajes son poco incitadores para la más lujuriosa lujuria ) el que consigan que finalmente ambos nos confesemos nuestros pecadillos de juventud, pero no tema, éste su Conde teutón le perdona esos sus ( ¿o quizás tendría que ser más exacto éste aristócrata y decir "su"... ) escarceos bajo las parras vitiviníciolas de cierta denominación de origen, pues mientras usted mantenga intacta su fortuna, lo demás es transitorio y dispensable.

Herr Graf Ferdinand Von Galitzien