Mittwoch, Januar 25, 2006
"Jánosík" (1921) By Jaroslav Siakel
The Slovakian Count Sándor rules his subjects mercilessly: whipping his servants after suffering their ridiculous excuses (their wife is dead) for being unable to work their lands every day of the year and not hesitating to demand that they defray the costs of his debts (in addition to the tithe) contracted through his life of luxury and magnificence. Of course, as everyone is aware, these are nothing more than the ordinary (and just) folkways practiced by the aristocracy toward the middle classes, whether in Slovakia or in Germany.
According to these Slovak farmers, this represented an unjust situation of oppression and poverty, for that reason it didn't take long to arise among them a hero, Jánosík, a friar retrained as a bandit (it seems that the Church it is not the same as it used to be some time ago) that becomes the farmers' symbol of resistance and fight against the feudal conditions that have put them under Count Sándor.
The film "Jánosík" has the distinction of being the first Slovak feature film in history. It was produced by a team American Slovak immigrants and directed by Jaroslav Siakel.
This German Count doesn't know if it is due to the probable idealization of an emigrant far away from his homeland for many years, but the film is very much exaggerated and even a pain.
This German count will try to distance us from the exaggerated situations depicted in the film about how we the aristocrats treated our servants by talking about other subjects that are out of tune in the film, for example, the bucolic village surroundings and plenty of farmers that wear costumes newly-made from the tailor's shop, not to mention their big wigs, a piece of nonsense that only the Count Sándor, naturally, is able to wear with dignity because we the aristocrats have years of advantage in stylish matters over the middle classes.
The performances of the actors are very histrionic, for that reason the audience pays no attention to the adventures and misfortunes of Jánosík and his band nor to their final fate (there were two different versions filmed, one for the American audience and one for the Slovaks, thus Jánosík's fate depends on which version of the film one is watching). A pure kitsch film, so having that in mind a not very demanding spectator can even enjoy the film.
And now, if you'll allow me, I must temporarily take my leave, because this German Count must attend an urgent meeting for aristocrats offended by the situations depicted by Herr Siakel in his film.
Herr Graf Ferdinand Von Galitzien
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El Conde eslovaco Sándor gobierna a sus súbditos de forma despiadada; da de latigazos a campesinos que por ridículas excusas (la muerte de sus esposas) no pueden acudir a trabajar a sus tierras durante todos los días de la año o también no duda en exigirles que sufraguen, además del diezmo, las deudas contraídas por su vida de lujo y esplendor, vamos… situación esta de lo más normal entre la aristocracia para con las clases medias, sea en Germania o en Eslovaquia.
Ante tan, según esos campesinos eslovacos…, injusta situación de opresión y pobreza, no tardará en surgir entre ellos un héroe, Janosík, un fraile reconvertido en bandolero (desde luego la iglesia ya no es lo que era…) que se convertirá en símbolo de resistencia y lucha de los campesinos contra el sistema feudal que los tiene sometidos.
“Janosík” tiene el mérito de haber sido el primer largometraje eslovaco de la historia, realizado éste por un equipo de inmigrantes eslovacos-americanos y dirigidos por Jaroslav Siakel.
No sabe éste Conde germánico si como consecuencia de la posible idealización que puede llegar a tener un emigrante de su tierra natal al estar muchos años alejado de ella, el filme por dicho motivo, resulta bastante exagerado y cargante.
Intentará obviar éste Conde germánico las exageraciones que se muestran en el filme sobre cómo tratamos los aristócratas a nuestros súbditos, para comentar otros aspectos que chirrían en el mismo, como puede ser, por ejemplo, el ambiente bucólico e idealizado del pueblo y sus alrededores, con unos campesinos que llevan unas ropas recién salidas del equipo de sastrería por no mencionar sus pelucones, un auténtico despropósito que solamente consigue llevar más o menos con dignidad, como era de esperar, el Conde Sándor que por algo los aristócratas les llevamos muchos años de ventaja en cuestiones de estilo.
Las interpretaciones de sus protagonistas son puro histrionismo, consiguiendo que el espectador no llegue a interesarse demasiado por las aventuras y desventuras de Janosik y sus compinches o su posible final ( la suerte de Janosik al final del filme dependía de la versión de la película, debido a que se rodaron dos versiones, una para el mercado eslovaco y otra para el americano ); un filme “kitsch” y que visto con esos ojos puede llegar incluso a ser disfrutado por un espectador poco exigente.
Y ahora si me lo permiten les dejo momentáneamente, pues éste Conde germánico tiene que acudir a una reunión urgente de aristócratas agraviados por las situaciones expuestas por Herr Siakel en su filme
Herr Graf Ferdinand Von Galitzien
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