Donnerstag, Januar 05, 2006
"The Mark Of Zorro" (1920) de Fred Niblo
En la historia del cinematógrafo hay personajes que fácilmente se convierten en clásicos al ser, rápidamente y por diferentes motivos, preferidos por la mayoría del público y el caso de “El Zorro” es uno de los mejores ejemplos.
Esta primerísima adaptación del personaje literario creado por el escritor americano Johnston MacCulley, fue todo un éxito en su día ( y de ahí la creación del mito cinematográfico ) gracias, sobretodo, a la vigorosa interpretación de Douglas Fairbanks, padre, pues este Herr luego tuvo un hijo que también mantuvo una carrera como actor pero sin la importancia de su progenitor, un personaje, “El Zorro”, que cambiaría drásticamente la carrera del actor americano, protagonizando a partir de entonces, filmes de aventuras dispares siendo, Herr Fairbanks el paradigma de los filmes de espadachines, dejando de lado sus personajes de americano medio ordinario o incluso bizarros cómicos como la excelente y alucinada “The Mystery Of The Leaping Fish” (1916) con guión del genial Tod Browning, que había protagonizado hasta entonces.
La dirección de “The Mark Of Zorro” corrió a cargo de Fred Niblo, director americano que sería célebre durante los años 20 gracias a sus filmes realizados a mayor gloria tanto de Douglas Fairbanks como de Rudolph Valentino, y que dota al filme del ritmo necesario para que así Herr Fairbanks haga sus acrobacias varias no dejando de sonreír durante todo el metraje del mismo, dando lugar a un filme repleto de clichés ( lucha de clases, héroes enmascarados contra villanos evidentes ) y cierto aire “kitsch” ( decorados imprecisos e interiores evidentes ) y cuyo mayor logro, que no es poco para un aristócrata germánico auténtico, nada que ver con la nobleza dispar y sin pedigrí que protagoniza “The Mark Of Zorro”, es entretener a la audiencia de forma sencilla y hábil, sin ninguna otra pretensión y en clara sintonía tanto con el personaje como con la obra en la cual se inspira.
Y ahora si me lo permiten les dejo momentáneamente, pues al hablar este Conde teutón de tanto zorro, ha recordado que no estaría mal regalar una estola de dicho animal pero en plateado, a una rica y gorda heredera teutona para posteriormente reclamar intereses espurios que no animales, a la misma.
Herr Graf Ferdinand Von Galitzien
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